Una invitación a apagar sus celulares y disfrutar la música en vivo

Traducción por: Sebastián Barragán 

Zak Khutoretsky, también conocido como DVS1, es un productor estadounidense de música electrónica, establecido desde la primera mitad de la década de los noventa, quien ha propuesto un estilo sencillo, poderoso y artístico. Khutoretsky es uno de los representantes más prominente de la vieja escuela estadounidense, tanto así, que hoy se puede dar el lujo de contar con evidencia de primera mano cómo era el mundo de la música electrónica, el cual luchó contra los medios de comunicación masivos y las esferas artísticas populares en Estados Unidos. Precisamente, la semana pasada, Zak publicó a través del portal XLR8R un ensayo que le dio la vuelta al mundo por sus declaraciones acerca del estado actual de la música electrónica, que hoy es reconocida estrictamente como una cara del entretenimiento y que, según él, merece más respeto. Escena Indie consiguió la autorización de Zak, para publicar este ensayo, en español, que esperamos disfruten tanto como nosotros.

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La realidad de las cosas, es que nunca volverán a ser como antes. El pasado es pasado, y el presente es algo que tenemos que aceptar. Todo en esta vida nos dice que no debemos aferrarnos a cómo eran las cosas, o cómo pudieron ser mejor… ¿No se supone que enfrentemos el cambio de la realidad que nos rodea hoy? Aquellos que vivieron en otras épocas, generalmente terminan aceptando lo que la siguiente generación cree que es lo mejor, ¿pero esta progresión natural siempre aplica?, ¿tenemos que conformarnos realmente, o estar de acuerdo con lo que todo el mundo dice que está bien?

Recuerdo que a mis 20 años me burlaba de la generación anterior por estar atascada en no aceptar que las cosas habían cambiado en la música, la vida, las relaciones, las comunicaciones, en fin. Ahora, a mis tardíos 30 años, (cercano a los 40), me encuentro gritándole a los chicos que se salgan de mi césped por las mismas razones. Mi realidad es que he alcanzado un punto medio, en el que no soy ni joven ni viejo, pero definitivamente ya no soy joven. Así, trato de ver la verdad de lo que otros antes de mí han compartido, pero todavía, trato de entender la realidad de la vida de hoy para una generación más joven. Ahora puedo ver cómo alguien de 20 años que ha sido criado con celulares, tablets, Google, Facebook, Twitter, Instagram, etc, ve el mundo desde una perspectiva completamente diferente a la que yo tengo. En algunas cosas, estoy seguro de que estaré de acuerdo, pero en muchas otras, venimos de mundos totalmente diferentes.

Entrando en discusión de este tema, desde una perspectiva musical, puede que ayude describir mi propia experiencia de ir a eventos de house/techno a comienzos de la década de los noventa. Recuerdo que descubrir esta escena era algo especial; todavía no era producida en masa ni consumida en masa, y estar en esta comunidad era como ser invitado a una familia. Eras bienvenido a ser parte de experiencias compartidas con todos aquellos que estaban en la pista de baile contigo. El Dj era un alien que aterrizaba desde algún mundo sideral desconocido, y cuando llegaba su hora, ponía música tan poderosa y enérgica que no tenías elección, más que bailar. Por horas te perdías y te unías a esta onda y energía comunal. Ni siquiera veías de frente al DJ, pues el sistema de sonido era tan grande, que bailabas hacia donde estuvieran las bocinas; mientras el DJ estaba en algún lugar, tal vez en una esquina. Recuerdo que el sentimiento era tan poderoso, que muchos de nosotros cambiamos nuestras vidas para ser parte de este movimiento y para enfrentar todo lo que venía con él.

Las redes sociales, cámaras, y teléfonos no entraban en consideración aún. Los clubes y las fiestas sólo existían por la música y el momento.

Mi memoria y experiencia puede venir en una forma muy sentimental, pero es como realmente me siento. Amo esta música, la cuido, y trato de darle el mismo respeto que le daría a cualquier cosa que me haya dado tanto en la vida. Por esto, tal vez lo tome muy personal, o tal vez esté viendo esto desde una perspectiva que está sesgada, pero hay cosas ocurriendo alrededor de esta comunidad que siento, deberían ser discutidas si vamos a mantener la integridad, atmósfera y experiencia por la que hemos luchado durante todos estos años. En la escena estadounidense, siempre hemos lidiado contra la cultura popular por la aceptación de esta música como algo legítimo; ahora que sale de lo undergorund y se vuelve popular, lentamente es formulada y vendida a audiencias que no le dan el respeto que se merece, o que ni siquiera entienden que esta música tiene una historia real.

El asunto aquí no es sólo cambiar de audiencia, es cómo, algunos artistas han cruzado a un territorio social, uno que está obsesionado con la promoción y la auto-gratificación. Como líderes de esta comunidad, cada uno de sus movimientos es tomado como un ejemplo de lo que es aceptable y normal. Esto trae a discusión el tema del artista vs. el animador. Años atrás, hubiese dicho fácilmente que muchos de nosotros estábamos peleando por la misma causa, que éramos hermanos y hermanas, pero a medida que pasa el tiempo, especialmente con la ola de éxito que estamos viendo en la comunidad house/techno, está creciendo una división grande en la familia. La popularidad y sobrecogimiento de este tipo de música ha llevado a los extremos del Arte vs. Entretenimiento.

Ir a ver un DJ en el contexto del arte siempre era una aventura. Cuando yo iba, quería saber cómo se adaptaban a la locación, a la gente, a la hora en la que tocaban, el sistema de sonido que usaban, ect. Era arte en vivo en su forma más pura, y el público estaba ahí para presenciar un performance. Nunca pensé en criticar o degradar a un artista con comentarios o sugerencias acerca de lo que habrían podido hacer mejor o diferente, simplemente estaba feliz de haber tenido la experiencia de cerca. Si no me gustaba lo que tocaban, estaba más que feliz de descansar un poco de la pista de baile e ir a socializar, o solamente ir a echar un vistazo la segunda locación de la fiesta y esperar pacientemente al siguiente DJ. Por supuesto, el arte está hecho para ser discutido, y más que eso, está hecho para gustarle a algunos y a otros no, pero en estos días, hay un nivel de respeto que falta en términos del público y como este reacciona e interactúa con el artista. Para mí, este es un ejemplo claro de cómo el arte se ha transformado en entretenimiento.

El arte está hecho para ser discutido, y más que eso, está hecho para gustarle a algunos y a otros no…

Por supuesto, nosotros los DJ somos animadores en algún grado; la gente paga dinero para venir a vernos, nos paramos en un escenario, ponemos música a un público, ect. Pero la línea de respeto entre el arte y el entretenimiento es de lo que hablo. Veo comentarios, no solo en mi página de Facebook, también en páginas de otros artistas donde fans/seguidores sienten que también son críticos que tienen el derecho e incluso la responsabilidad de destruir el acto de un artista, solamente porque pueden expresarlo. Entre amigos siempre discutimos lo que pensamos de cada DJ la noche anterior, pero nunca pensaría en ir a decirles ninguna de las cosas que he leído incluso en mi propia Fan Page. Nunca pensaría en gritarle nada negativo a un artista mientras están presentándose o incluso pedir algo diferente. Hagamos un ejemplo extremo: si un artista se presenta muy ebrio o muy drogado para hacer su acto y es un desastre total, entonces uno debería sentirse libre de gritar lo que quiera y pedir su dinero de vuelta. Pero si simplemente a alguien no les gusta la música o la vibra del artista, entonces debería irse del sitio, es tan simple como eso. Puedo decir, desde mi experiencia personal, que el público básicamente no tiene idea de lo que pasa en una noche, sea a causa de malos monitores, por un equipo dañado, o un bombardeo de flashes y cámaras en nuestras caras desde el momento en el que tomamos la cabina. En esta era de tecnología, la mayoría de la gente espera perfección en el acto, y no dejan espacio para el factor humano. Desafortunadamente, más y más gente piensa que somos máquinas que tocan lo que ellos quieren, pero esta forma de arte está basada en nosotros siendo artistas con la oportunidad de presentar nuestra visión y vibra. No somos cajas musicales humanas que cumplen peticiones. Si eso es lo que buscan, hay muchas opciones ahí afuera, pero no deberían esperar una respuesta positiva cuando vayan a un artista real con esa actitud.

En esta era de tecnología, la mayoría de la gente espera perfección en el acto, y no dejan espacio para el factor humano.

Actualmente, las cosas han cambiado drásticamente. Probablemente han escuchado que recientemente Jeff Mills fue atacado con botellas, además de otros artistas a los que les gritan que toquen más duro o diferente. Recientemente leí acerca del proyecto de Peter Van Hoesen quien fue violentamente atacado por su selección de música durante una presentación en Francia. Sendai es un proyecto experimental con buena reputación y se sabe que no necesariamente ponen música de club. Algunos dirán que es culpa del promotor, o de la locación, o cualquier otra razón aparte de culpar la situación actual de los asuntos. Si la gente que estaba escuchando viera esta música como arte y no como entretenimiento y lo respetaran como tal, se habrían ido de la habitación y habrían esperado el acto siguiente. En cambio, en el acto de Jeff Mills, el público sintió el derecho de gritar y tirar cosas. Este comportamiento no puede ser tolerado, y continuará si la gente no reevalúa de qué se trata esto.

Si la gente que estaba escuchando viera esta música como arte y no como entretenimiento y lo respetaran como tal, se habrían ido de la habitación y habrían esperado el acto siguiente.

Esto me lleva al tema de los modales básicos y el sobreuso de la fotografía en la pista de baile. Durante los últimos años, dos diferencias grandes se han desarrollado. La primera: durante la década de los noventas, las fotos y el vídeo no eran cosas muy frecuentes, pues las cámaras todavía tenían rollo y los vídeos, cinta. Ver imágenes de una fiesta era exótico y usualmente para la mayoría de los promotores era un sobrecosto, una extravagancia o solo algo que no era importante en esa época. En ese tiempo, las imágenes proveían un vistazo de la noche anterior y tenían el espíritu real de en términos de impacto, pues reflejaban una experiencia, comunidad y escena que era secreta y fuera del ojo mainstream.

Hoy, es completamente opuesto. Todo el mundo tiene una cámara en su celular, la mayoría de clubes tienen sus fotógrafos y, usualmente, todos pelean por la misma imagen: la prueba de que la fiesta fue increíble, el DJ era un dios, el público fue salvaje y que deberías querer ir de fiesta en su siguiente evento. La realidad es que todos sabemos cómo se ve el DJ, todos sabemos cómo se ven los sitios, y todos hemos visto láseres y visuales grandes. Algunas veces pienso que la gente se ha olvidado que la experiencia real de decirle a otros la noche fantástica que tuvieron el día anterior. Entiendo que debe ser muy difícil para nuevos promotores o incluso para los ya establecidos, competir con todo esto, pero creo fervientemente que la calidad de la música presentada en una atmósfera real donde el sonido y la vibra son las dos cosas que reinarán en la promoción.

La realidad es que todos sabemos cómo se ve el DJ, todos sabemos cómo se ven los sitios, y todos hemos visto láseres y visuales grandes.

En la pista de baile, debe ser incluso más frustrante. Pensar en qué tan seguido uno es distraído, sea por su propio deseo de tomar una foto o alguien tomando una foto cerca. Pensar en qué tan seguido se pierde la opción de sumergirse en la música. Sin querer ser cliché, miren a uno de los clubes más respetados y exitosos de house/techno en el mundo, Berghain/Panorama Bar ¿Cuál es su regla número uno? ¡Nada de fotos! Y no es porque el club oculte algo y el administrador no quiere que veas algo; es porque ellos creen firmemente y le dan el poder a la gente de ser ellos mismos, sin subconscientemente preocuparse por ser capturado en cámara. Ellos piensan que el hedonismo y el sentimiento general de vivir el ahí y el ahora, es absolutamente esencial para crear un ambiente y una energía real.

Otro ejemplo es el club Trouw de Ámsterdam y su decisión en el último año de existencia (Touw cerrará a principios de 2015). En vez de preocuparse por documentar cada noche y mostrar a todos cuán increíble o legendaria haya sido la fiesta, los organizadores del club han decidido prohibir las fotografías e impulsar a la gente a disfrutar los últimos momentos de este increíble sitio. Incluso el fotógrafo del club, quien básicamente perdió su trabajo por esta decisión, apoyó a través de la página web de Touw la iniciativa, argumentando que apoyaba completamente esta decisión y que creía que el último año sería mucho mejor.

Pónganse un minuto en mis zapatos. Como artista, por mucho que trate de que no me importen las cámaras o gente filmándome, tengo que decir que es bastante difícil continuar siendo expresivo cuando inconscientemente estoy preocupado acerca de cómo me veré en la filmación, especialmente cuando estoy tratando de concentrarme en qué pista voy a poner o incluso qué estoy haciendo en ese preciso momento. No puedo hablar por todos los artistas, pero puedo decir con toda confianza que trato de transportarme a mi propio mundo cuando me presento, que trato de exponerme emocionalmente a través de la música. Ser perturbado en ese momento por alguien sosteniendo un teléfono con el flash brillando hacia mí, es como ser zarandeado cuando duermo y estoy soñando, solo para darme cuenta de que ya no puedo irme a ese sueño profundo, porque ahora estoy despierto. Hablando con mis compañeros y colegas, creo que muchos nos sentimos de la misma forma. Por supuesto, entendemos que somos artistas, pero muchos no queremos volvernos animadores.

Algunos discutirán que debemos aceptar esto como parte de nuestro trabajo, o que la gente nos paga para presentarnos y que tienen el derecho de hacer esto, pero mi punto de vista es diferente. Mientras la música de club ha explotado en un nivel mainstream (festivales y clubs enormes), la mayoría de esto es un nicho de gente, escuchando y poniendo música de nicho. No creo que sea inapropiado poner las reglas con una experiencia que los inspirará y estará con ellos más que una simple noche.

Más a menudo, la foto que tomaste o el vídeo que filmaste, solo te distrajo de ser completamente parte de esta experiencia.

Si creen que solamente es el underground quejándose y no tomando sus dolores con calma, entonces vean a artistas populares del mainstream que también están hablando de esto e incluso yendo tan lejos como pedir a sus asistentes que vayan a disfrutar el momento sin la tecnología atada a su mano.

La única manera que veo de cambiar esto, es que nosotros como comunidad intentemos auto-regularnos, los clubes y eventos tomen una posición y cambien las reglas. En este último año, he estado en varios clubes a los que he pedido, informen a través de posters, al personal de seguridad, staff y público, evitar el uso de celulares, cámaras y video mientras están en la pista de baile. He dado con algunos sitios en los cuales, aunque no había forma de asegurarlo, lo intentaban. Al final, siempre recibo una respuesta emocionada y sorprendida del staff, sobre la reacción del público, sobre cómo el ambiente fue mejor esa noche y algunos sitios decidieron hacer esta medida permanente. Recientemente compartí el poster al que me refiero en mi fan page.

Cuando lo compartí en mi página, recibí muchos comentarios apoyando la iniciativa, pero algunas personas (usualmente más jóvenes, cuando revisé sus perfiles) comentaron firmemente que si alguien les decía que pusieran su celular en su bolsillo, considerarían ponerse agresivos con esa persona. Esto me recuerda que lo que hago no es para todos y no necesita serlo, tampoco quiero que sea así.  No quiero satisfacer a todo el mundo. Me recuerda que de dónde vengo y dónde quiero estar, es un lugar que respeta la libertad. Artísticamente, o cuando estoy en la pista de baile, quiero sentirme libre y cómodo. No puedo poner una línea clara en la arena para un grupo o una escena, pero puedo esperar que si están leyendo esto, puedan diferenciarse por lo que piensan, como también de qué ambiente y comportamiento es apropiado para la experiencia personal.

Tal vez esté siendo nostálgico y las cosas nunca vuelvan a ser iguales. Acepto esta realidad. En el mundo actual, la música y la cultura son enfrascadas y publicitadas en el olvido, y la gente pierde visión de lo que era especial de esos movimientos que empezaron. La música de club como un todo, va a cambiar con el tiempo, pero nosotros como comunidad, tenemos el poder de mantener partes de esta como sagradas.

Entiéndase esto no como una nota de la guerra de un hombre contra la gente que quiere tomar fotos, o una llamada para detener a la gente; esto es solo una perspectiva que viene de alguien con la experiencia y pasión por esta comunidad… Y no piensen que soy el único que se siente así. Tenemos la habilidad de continuar tradiciones y mantener nuestra autenticidad en nuestra forma de ser. Si cuidas algo con verdadera inciativa, entonces sobrevivirá las modas, todos los turistas y todos los usuarios. He tratado mi tiempo en esta comunidad con respeto, y siento que le debo a la música que amo la misma gratitud que me ha mostrado; por eso trato de hacer mi parte de mantener la integridad y longevidad que creo que se merece.