Por: Jorge Luis Morales Follow @Jolumob
Rock al Parque tiene muchas cosas para disfrutar pero no se ha caracterizado históricamente por ser vitrina de nuevas tendencias, inclusive en ocasiones se ha acusado a la organización de ser amañada y poco arriesgada con respecto a los nuevos sonidos de la escena alternativa. No obstante, explorar la oferta de sonidos durante los tres días del festival es posible y depende también de cómo se disfrute. La primera vez que fui a Festival, por allá en 2003, me planté en la plaza (que era el único escenario) a bailarme todo el line-up. Fue la primera vez de Koyi-K-Utho, y recuerdo lo mucho que llamaron la atención (a mí y a apenas un puñado de gomosos del nu metal en esa época). Desde entonces me hice fan y ahora, más una década después, esta banda ya podría hacer un DVD titulado «The Best of Rock al Parque».
Desde hace algunos años el festival ha pensado en diversificar su propuesta musical, lo que en sus inicios se apiñaba temporalmente ahora se hace en hasta tres escenarios: el metal, hardcore, punk, indie, ska, reggae, alternativo, está mejor repartido y dirigido. Nuestro interés también se va especializando, a pesar de que antes éramos capaces de comernos todo el cartel, ahora vamos con la mira puesta y filtramos los que nos interesa. Aunque en algunas ocasiones sólo he ido a ver una o dos bandas; como el último año con Soulfly y Killswitch Engage, este año, una versión menos curiosa y más nostálgica iría a ver a Ill Niño, pero indudablemente mi otro yo, más gomoso también recuerda como nuevas, o simplemente desconocidas bandas nos han sorprendido gratamente en anteriores ocasiones, y en cambio ha puesto el ojo en otras propuestas interesantes no muy conocidas que valen mucho la pena. Aquí mis recomendaciones:
We are sudamerican rockers
El rock sudamericano no ha muerto, y hay quienes lo interpreta maravillosamente, como Yooko (lunes 4:40, escenario plaza), una banda bogotana que ofrece un sonido entre ochentero y contemporáneo, con alta concentración de ingredientes del rock argentino y sudamericano del siglo pasado: armonía simple pero misteriosa y melodía cadenciosa acompañando una voz valiente y letras sensuales. Desde ya, se promete en los medios que esta banda recién nacida, al mismo tiempo que deja de gatear y se pone en pie, será una de las sorpresas del festival y se pronostica para ellos una exitosa carrera que ojalá no se quede en alguna gaviota de plata. Y no se trata de nostalgia sino de revivir una tendencia; la música madura, al mismo tiempo estoica y libertina de los que viven el rock con una naturalidad urbana e instrospectiva. Hacía tiempo no escuchaba una buena banda moverse dentro de este estilo y esta lo hace muy bien.
A new hope
El metal atrae a la mitad de los asistentes a Rock al Parque y se lleva la mitad de los espacios musicales, aunque se ha vuelto bastante cansino escuchar siempre los mismos sonidos de thrash, año tras año en bandas distintas (tal vez por eso Koyi-K-Utho sigue siendo todavía la propuesta diferente), de vez en cuando alguna de ellas nos sorprende con algo bien interpretado, sólido, bien producido y con sonido propio y con características originales (hasta donde se pueda ser, claro está). Para los fans de Chaimaira, Lamb of God y Shadows Fall, recomiendo prestarle atención a Metal Sevicia (sábado 3:00 pm, ecenario Plaza); esta será una de las bandas que más calentará el la tarde del día más duro. Pero por otro lado despierta en mí especial interés la banda local Implosion Brain (lunes 3:00pm, escenario Eco), que compartirá escenario con A.N.I.M.A.L. e Ill Niño. Esta banda con apenas un reciente EP homónimo y escasísima difusión en la red, golpea fuerte con un metalcore progresivo y épico, tiene personalidad propia en su sonido que me recuerda a In Flames y As I Lay Dying.
Bounce in the mosh pit
Lo bailable está presente en el festival desde sus inicios, y así como pasa con el thrash, el heavy metal y el hardcore, recorridos intérpretes del ska, ska-punk, dub, electropop y reggae, viejos amigos del festival, se consolidaron aquí; como en el caso de La Severa Matacera, Mojiganga, Doctor Krápula y Sidestepper entre otros. Asimismo, otras bandas más recientes de estos géneros se van acostumbrando a ser de la alineación cotidiana; este año repiten Pulenta, Alto grado y Zalama Crew. A estas alturas, cada año podríamos compilar y lanzar Los 14 Cañonazos Bailables de Rock al Parque, en posteridades del festival. No obstante, las sorpresas nunca faltan. Recuerdo gratamente como en 2005 iba a ver a la banda argentina Cabezones y Rey Gordinflón me pus0 a bailar hasta el cansancio. Por eso, adicionando a la ya electrizante baraja de bandas mencionadas, dos bandas menos difundidas recomiendo ir a ver: Ilabash (domingo 6:35, escenario Bio), de la isla de Providencia, con su reggae calipso y soca raizal, sabor caribeño original; y por otro lado, del caribe al altiplano: SeveroReve (domingo 1:00 pm, abriendo el escenario Bio), banda bogotana de ska con instrumentación cumbiambera, que aunque no son muy arriesgados armónicamente, su particular estética de rude boys promete una puesta en escena bastante interesante y divertida.
Stay away from the acid
Aunque este año extrañamente ha bajado la participación de sonidos indie, uno de ellos sin embargo llama poderosamente la atención: Schutmaat Trio (sábado 1:00 pm, abriendo la Media Torta), banda bogotana de indie pop, con una corta pero acelerada historia discográfica, cuentan ya con tres trabajos de estudio en dos años de trayectoria, entre los que se destaca «6:15», su LP debut de 2013; y ya este año han lanzado un nuevo EP llamado «4». Tienen un sonido oscuro, profundo y mojado de detalles electrónicos; aunque identifico muchas influencias de Radiohead y del britpop, me recuerda mucho por momentos al sonido más oscuro de bandas de post-hardcore como Thrice, Finch y Thursday.
Las piedras rodantes
Entre los artistas internacionales menos conocidos pero al mismo tiempo más estimulantes, se encuentra Vetusta Morla (lunes 5:40 pm, escenario Plaza). Comenzaron en Madrid hace más de una década como un pasatiempo de amigos que empezó lentamente a ganar popularidad en la escena underground española, hasta que casi 10 años después de su formación lanzaron su primer LP «Un día en el mundo», que conllevó el éxito tardío de la banda y valió para lanzar 3 álbumes de estudio más ganando así una buena polularidad en España. Su sonido se ha vuelto más mainstream a lo largo de su discografía, pero sus temas más tempranos y cavernosos permanecen en la memoria de la escena indie española, así como sus letras poéticas y surrealistas, de lo cual seguro escucharemos en Rock al Parque.
Hidden track
Finalmente, la banda de culto por excelencia para este año viene de Oakland: The Coup (domingo 5:20 pm, escenario Bio). Con una trayectoria de más de 20 años, ningunos novatos y sin embargo no tan difundidos tal vez por su funk/hip hop políticamente incorrecto e independiente, su apariencia de panteras negras, y sus mensajes incendiarios que los han ubicado en la misma categoría de Rage Against The Machine (incluso han colaborado con Tom Morello). No obstante, para el que quiere hacerse el de los oídos sordos ante sus letras, seguro no tendrá problema en al mismo tiempo apreciar sus beats funkies fiesteros. Hace un tiempo ya que no lanzan nada al mercado desde «Sorry to Bother You» de 2012, del cual se desprenden sencillos como «The Magic Clap» y «The Guillotine»; lo cual hace más melancólica su presentación, pues los podemos incluir dentro del tradicional conjunto de bandas legendarias en sus últimas.
