Por: Camilo Andrés Cárdenas Follow @camilo_cardenas
Fotos: Maria Alejandra Velandia
Últimamente hemos sido testigos de una explosión de festivales que han enriquecido el panorama musical de Colombia; han servido de plataformas para bandas locales y que han posicionado a varias ciudades como destino para muchas bandas internacionales. Una de estas nuevas propuestas llamó mi atención hace unas semanas y este fue el Búcaro Eco Fest.
Además del buen destino que es Bucaramanga como ciudad para visitar, un cartel interesante y un precio asequible, este festival apareció como una buena opción para disfrutar el fin de semana del pasado 29 y 30 de julio. Por eso decidí irme el viernes en la noche para el terminal y tomar el primer bus con destino a esa ciudad.
El precio de la boletería era de $50.000 el día del evento, y de $30.000 en pre-venta, por lo que fui en busca de los lugares de venta de boletería, que diferían de las empresas de boletas que nos suelen sacar 10% del costo de la boleta: Un tienda de hamburguesas, una tienda de helados y una papelería (que fue donde la compre: Almacén Leo).
Bucaro Eco Fest
Al llegar fuimos bienvenidos por una taquilla en la que no nos hicieron mil requisas, ni nos hicieron quitar los zapatos ni los cinturones, y nos encontramos con un excelente espacio, en el vimos una buena variedad de comida que oscilaba entre $8.000 y $12.000, así como dos expendios de cerveza a un precio razonable, justo para disfrutar de un festival, y no al precio de un pub de la Zona Rosa.
El cartel nos ofreció la posibilidad de conocer buenas propuestas de la ciudad como Tres y Yo, Jaison Neutra, y los consagrados Velandia y La Tigra (un punto aparte para este increíble proyecto liderado por Edson Velandia, un gran frontman, respaldado por un público que lo acompañó a tope de principio a fin).
También tuvimos tiempo para bailar a lo que marca con el lado autóctono del cartel: Yenyere, Boza y El dub de gaita de los gaiteros de San Jacinto, y para disfrutar con la fuerte energía de Outernational, así como de Illya Kuryaki and The Valderramas, quienes pusieron la cuota internacional al cartel.
Sin duda este proyecto de me dejó una muy grata impresión, y si repiten un buen cartel el próximo año, me echaré de nuevo la rodada hasta Bucaramanga. Creo que ha llegado el momento de que los melómanos bogotanos empiecen a poner esta clase de festivales en su radar, que como en esta ocasión ofrecen una buena dosis de entretenimiento.
Bucaro Eco Fest
