Por: Laura Hinestrosa Follow @AustralMengana
Conocer a Camila Moreno a través de su música, es reconocer su parte más rebelde, íntima, salvaje y femenina, no como una artista estática que aprendió la fórmula, ella siguió su instinto de crear algo en lo que podría dejar todo de sí misma, lo que le dio resultado durante estos años y por lo cual podemos catalogarla como una grande de la música chilena y latinoamericana.
Camila, nació en Santiago de Chile. Estando en Europa como estudiante de inglés y de danza, empezó a componer. Durante uno de sus viajes como mochilera y en compañía de una guitarra, aprendió de música, además fue integrante de una banda que buscaba cantantes como Björk, una de sus influencias más notables.
Al iniciar sus estudios en música, decidió subir sus canciones a MySpace y para 2009 ya había grabado Almismotiempo con Sello Azul; ese mismo año fue nominada al Grammy Latino como mejor canción alternativa, con “Millones”, la canción por la cual se le incluyó en la nueva generación de músicos chilenos, sin embargo, para Camila Moreno, las etiquetas que la encasillan en un solo tipo de sonido, como el rótulo de “la nueva canción chilena”, fue el impulso para demostrar que podía ir más allá de rasgar la herencia del folclor chileno.
A finales del 2012, después de su primera gira por Europa, lanzó Panal, un álbum más fuerte, agresivo, rockero y experimental, además de ser una muestra de la fuerza que arrastra esta mujer, que por medio del crowfounding pudo recaudar el dinero necesario para financiar su disco con la colaboración de Héctor Castillo, reconocido por haber trabajado con Bjork, David Bowie, Lou Reed, entre otros.
Ya superada la etapa de sus anteriores álbumes, llegó Mala Madre, que se convirtió en el gran reflejo de la evolución de Camila Moreno, en estos años. Este disco es un espejo para sí misma y que nos ha dejado ver y oír, una composición más personal, atrapante y madura. Un disco hecho desde la ira, pensando para incomodar y sacarnos de esquemas tradicionales.
Ella se ha caracterizado, por mostrarse más cercana y humana, sabe encontrar las emociones para transmitir su música, sin necesariamente complacer al público, sino con la sinceridad de su obra, que nos guía a un a la Camila, que no tiene miedo de decir lo que siente y piensa.
A partir del concepto de Mala Madre, desde el principio se siente la fuerza de lo femenino y su conexión con la naturaleza, la brujería, lo pagano. Tal vez todo ese sentido de ser Mala Madre o de ser considerada una Mala Mujer, solo es el miedo a lo desconocido, a lo que no se entiende, un cuestionamiento del deber ser de nuestras figuras como mujeres en la calle, en la casa, en la escuela, en el trabajo.
Camila Moreno comienza gira por México el próximo 12 de marzo y recientemente en Facebook ha anunciado que en marzo revelerá detalles de su nuevo disco. Esperamos tenerla pronto en Colombia para deleitarnos con sus sonidos lationamericanos.
Fuente fotografía: Festival Ruidosa