Guía para escuchar el imaginario sentimental de City and Colour

Por: Jorge Luis Morales 

Dallas Green es un talento inconmensurable, su música parece nacer en las entrañas de quien la escucha y llena los oídos desde adentro, con el crudo sonido de navajas de Alexisonfire o el folk sentimental de City and Colour». Hoy en día, después de tal sorprendente acrobacia, se ha convertido en uno de los compositores más respetados de la escena indie canadiense.

El grande, el joven y el asustado

En 1992, cuando Dallas tenía sólo 12 años, era un fanático del nuevo movimiento grunge que se esparcía por Norteamérica a principios de la década. Como a muchos jóvenes inconformes con la súper procesada música ochentera, Nirvana, Alice in Chains, Sound Garden y Pearl Jam, estallaron también en los oídos de Dallas; estos últimos convirtiéndose en su banda favorita. Ese mismo año, el pequeño niño fue a verlos a un concierto en St. Catharines junto con la leyenda del folk canadiense Neil Young. El recién salido del cascarón Eddie Vader era un confeso admirador de Neil; pero se habían conocido apenas ese mismo año en un evento en el que coincidieron en el Madison Square Garden. A partir de ese encuentro Neil aparecía frecuentemente en presentaciones de los de Seattle. Le tocó al jovencito Dallas presenciar semejante espectáculo musical lleno de fuerza y emotividad. Eddie dijo esa noche lo mucho que había sido influenciado por Neil, y Dallas se sintió a su vez conmovido por el gigante y el jóven en el escenario. Este episodio sin duda marcaría el rumbo de su vida. Dos años después comenzó a tocar su guitarra.

Desde el momento en que decidió emprender su carrera musical, el éxito llegó. Me sorprendió escuchar en alguna entrevista que se definía a sí mismo como pesimista y con miedo a la felicidad; no tengo duda que esa profunda emotividad está presente en todos sus trabajo artísticos, que parecen llegar con timidez y quedarse con resignación.

El sonido de las aguas del Niágara al caer

City and Colour

A los 16 años Dallas ya tocaba con su banda en el sótano de la casa de su madre en St. Catharines, Ontario, Canadá, pero fue a inicios del nuevo milenio cuando tras el rompimiento de varias bandas locales (incluyendo la de Dallas) se formó Alexisonfire, y como la espuma en la cerveza ascendieron incontrolablemente y desbordaron la escena local; se volvieron un fenómeno del post-hardcore impulsado principalmente por medios underground, y comenzaron a participar por giras en Estados Unidos sin haber siquiera lanzado su primer álbum de estudio.

Sin embargo, este éxito no se extendió por mucho tiempo, apenas un año después de la formación de la banda, salió al mercado su LP homónimo con un increíble éxito comercial: disco de oro en Canadá, cinco videos en alta rotación en Much Music, numerosos premios incluyendo el de nueva banda del año en los Juno.

Alexisonfire fue una de las bandas que más me influenció en mi juventud. Acababa de comenzar la universidad cuando el álbum homónimo me quemó las orejas. Las voces de George Pettit, Wade MacNeil y Dallas Green combinaban perfectamente dentro de la magnífica armonía de un sonido único, crudo y agresivo, que como ellos mismos describieron en sus inicios, sonaba a una pelea de cuchillos de dos chicas de un colegio católico. Hablar de City and Colour incluye necesariamente hablar de Alexisonfire.

La fórmula de la banda funcionaba perfectamente y su primer álbum fue contundente. No obstante, a partir del segundo Watch Out!, lanzado en 2004 y mi favorito particularmente, la voz y la influencia de Dallas tuvo mucho más protagonismo que en la anterior locura delirante. La razón probablemente es que para ese entonces Dallas ya componía canciones para su proyecto personal en solitario bajo el nombre de City and Colour. Por ejemplo, la canción «Side Walk When She Walks», de ese álbum y de la cual me enamoré, fue compuesta originalmente para City and Colour pero luego decidió incluirla en Watch Out para fortuna de los fans de Alexisonfire.

La banda grabó dos álbumes más, muy exitosos; sin embargo la influencia de Dallas dentro de la banda estaba abarcando todo el proceso creativo. La canción «The Nothern» del álbum Old Crows/Young Cardinals (el último) es casi un himno folk con una voz hardcore. Cuando escuché la versión acústica me di cuenta de que cabía mejor en un álbum de City and Colour y que era hora de prestarle un poco de atención al proyecto en solitario de Dallas.

En 2011, después de estar en gira simultánea con sus dos proyectos, Dallas decide dedicar su vida a City and Colour y deja Alexisonfire en medio de la grabación de su quinto álbum. La banda acaba rompiendo tras una amistosa y sabia decisión de sus miembros; a pesar del increíble talento del grupo, seguir sin Dallas sería un error definitivo.

Como gran fan de la propuesta, me causó mucha desilusión su rompimiento. No obstante, después de tantos años de desgastar a la banda, me encontré a mí mismo siendo otra persona, no me gustaría decir que más madura, pero con gustos diferentes y con seguridad, sin el frenetismo de los años de Alexisonfire. Por esta razón me sentí identificado con la decisión de Dallas; ya estaba escuchando otro tipo de música, así que lo perdoné y decidí escuchar con atención a City and Colour, dado que hasta ese momento, debo decirlo, no le había prestado suficiente atención.

El corte de cabello y el sombrero de guardabosques

Ya en 2004 se había lanzado el primer demo de City and Colour, con un posterior álbum de estudio: Sometimes, grabado con el sello de Nashville Dine Alone Records (el mismo de Alexisonfire). En este álbum se nota de inmediato que Dallas quería que sus composiciones fueran el centro de su música, en la grabación sólo escucha, en la interpretación de su voz y su guitarra folk, canciones acústicas llenas de sentimiento. Para él debió significar un escape a la libertad, estando todavía de lleno con su banda; en el video de «Save your Scissors» de City and Colour, aparece una secuencia donde se ve a Dallas ensayando con sus antiguos compañeros. Esta tuvo que ser una época de, además y al tiempo de una desaforada producción artística, de confusión e inestabilidad.

A partir del lanzamiento de un álbum en vivo y de su segundo álbum de estudio Bring me to Love, City and Colour empezó a gozar de una gran popularidad. Los trabajos posteriores a Sometimes: Bring me to Love y Little Hell cuentan con muy poca participación de otros músicos y continúan con la tendencia de un sonido muy orgánico y honesto; el proceso de grabación se realizó con tecnología análoga (cintas) que hace que escuches sus canciones como si estuvieras sentado enfrente de la sala de su casa; con muy poca o ninguna edición digital.

Extrañamente desde el rompimiento de Alexisonfire no se volvió a escuchar casi nada nuevo de City and Colour, daba la sensación que algo se estaba cocinando; porque, seguro que no había dejado la banda para nada. Hasta que en 2014 lanzó The Hurry and the Harm, y verdaderamente se notó la completa libertad en la que se sentía Dallas para componer y producir sus canciones después de dejar Alexisonfire.

A diferencia de sus anteriores trabajos de larga duración, este álbum es más sofisticado y alternativo; además de su guitarra folk tiene nuevos beats, guitarras distorsionadas y bajos funky. Una muestra es el primer single del álbum: Thirst; él mismo ha declarado la naturaleza pop de la canción (y del video), aunque creo que cualquier otra podría sonar igual en la radio mainstream.

A lo largo del álbum se nota la influencia que tenía Dallas en Alexisonfire, visiblemente notoria desde el Watch Out! El intro del éxito «Rough Hands» del álbum Crisis (2006) se confundiría de forma impune entre The Hurry and The Harm. Además, el coro de la última canción maravillosa de Alexisonfire: Born and Raised, se replica exacta en la letra de «Harden Than Stone». A pesar de la leva psicodelia, el sentimentalismo sin embargo sigue intacto en este álbum; al escuchar cualquier versión acústica de las canciones, la emotividad surge del océano al cielo, como en la canción que él mismo ha llamado su favorita del álbum: Two Coins.

La trayectoria de Dallas Green seguirá trayéndonos canciones y álbumes estupendos, seguramente con nuevos sonidos, y haciéndose por supuesto cada vez más popular. Este año ya estuvo de gira por Sudamérica, en Chile, Argentina y Brasil. Espero algún día poder coincidir con sus una presentaciones, sería un sueño cumplido.