El alma Folk de Bogotá con Oh´LaVille en El Enchufe

Por: Juan Pablo Sandoval Follow @PapoSandoval

El íntimo espacio de El Enchufe fue el escenario perfecto para una tímida noche que se convertiría en una serenata privada para el alma a cargo del grupo bogotano Oh LaVille, quienes con la magia que solo puede ser producida por los instrumentos acústicos, demostraron porqué la escena emergente en Colombia es una de las más interesantes en la región; recordándonos que son estos jóvenes artistas quienes en corto tiempo encabezaran los carteles de festivales alrededor del mundo con sus propuestas sinceras que salen desde el corazón y pueden curar cualquier herida y enamorar hasta al más incrédulo con una sola nota.

Foto: Juan Pablo Sandoval

Con un sonido que toma prestado rangos sonoros tan variados como el Folk, Rock, Post-Rock e Indie, el cuarteto tomo las 4 paredes del recinto y las hizo flotar en el aire con sus melodías, transportándonos a un lugar seguro donde reside una propuesta musical tan variada y compleja que no puede encasillarse en un solo género o en una época. Oh LaVille logra con su música romper esquemas y llenar el alma de quienes los escuchan, algo que se ha perdido hoy en día entre programación, samples, loops y querer sonar como el artista del momento. Estos 4 jóvenes se atreven a ofrecer algo diferente, y logran no solo sorprender sino hacer que la espera por su disco, el cual será lanzado el 22 de Septiembre, se vuelva insoportable.

Son estos jóvenes artistas quienes en corto tiempo encabezaran los carteles de festivales alrededor del mundo con sus propuestas sinceras que salen desde el corazón y pueden curar cualquier herida y enamorar hasta al más incrédulo con una sola nota.

Las palabras se quedan cortas para poder explicar que es Oh´LaVille; ellos tocan cada una de las fibras de nuestra alma con canciones que parecen sacadas en sueño de nuestros inconscientes para plasmarlos en esta realidad y llevarnos en noches estrelladas por espacios sonoros que son un remedio bendito para el alma. No es una banda que simplemente se vea o escuche; deben sentirse, experimentarse y vivir.