Entrar a Amoeba Records es entrar al cielo

Fotos:  Felipe Araque 

Amoeba, en su sede Hollywood, es un cielo de aproximadamente  2879 metros cuadrados. La tienda está ubicada sobre el emblemático Sunset Boulevard, avenida protagónica en la escena musical del  rock californiano de los 70 y 80, es decir, a unos 20 minutos en bus de Amoeba están el Rainbow (más conocido como el bar de Lemmy de Motorhead), el Teatro Roxy y el Whyskey A Go Go Bar, todos lugares icónicos de la historia de la música.

Recuerdo que era viernes, el sol implacable de agosto me tenía sudando, sin embargo en Amoeba la temperatura era menor, no les miento, después de 5 horas viendo discos, libros, afiches, botones, camiseta, LPs, casetes, videojuegos de segunda, perritos (sí, dejan entrar perritos a la tienda) terminé con un resfriado.

Pero volvamos al momento exacto en donde entré a la tienda. Lo primero que impacta es el tamaño, me sentía como en un Home Center de música, mi primera reacción fue sentirme abrumada, no sabía por dónde empezar a recorrer la tienda. Apesar de mi sensación, decidí recorrer ese lugar de ensueño sola, sin la guía o ayuda de ninguno de los amables encargados del lugar. En Amoeba cada una de las secciones tiene una persona encargada de mantener en orden y dar asesoría a los visitantes de la tienda.

Al igual que en cualquier tienda, en Amoeba Hollywood los diferentes ítems musicales (libros, discos, LPs, Casetes, camisetas) están agrupados y a su vez divididos en sub categorías definidas por los diferentes géneros musicales, a su vez, están ordenados meticulosamente en orden alfabético. Además del orden habitual de cualquier tienda de música, incluye una sub sección de música e ítems usados, lo cual es maravilloso porque permite encontrar cds que ya no se prensan e incluso en la tienda le compran la música que tiene arrumada en su casa. 

Pero Amoeba Hollywood realmente es más que una tienda de discos, por cliché que suene, por trillada que sea esta frase, Amoeba es un lugar que refleja perfectamente el amor que muchas personas sentimos por la música, aparte de ser un negocio que factura aproximadamente y según datos de la Revista Rolling Stone, 50 millones de dólares anuales. Es un lugar atendido por personas que realmente disfrutan trabajar ahí, es muy reconfortante observar al staff de Amoeba trabajar.

Aparte de las personas que trabajaban allí, resulta realmente envidiable ver como las dos veces que visité Amoeba Hollywood en menos de un mes, siempre veía personas saliendo con más de 5 Lps en sus bolsas. Hoy les hablo como fanática de la música y no como periodista musical y puedo decirles que en Amoeba fui una persona genuinamente feliz, por lo general ante una cantidad tan grande de objetos me abrumo y no disfruto de estar en lugares como tiendas de ropa o centros comerciales, sin embargo, esto no fue solo una kvisita a una tienda, fue revivir recuerdos falsos que tenía en mi cabeza, generados por historias escuchadas en películas como Empire Records, una extraña  nostalgia por épocas pasadas invade la tienda, de hecho en mi segundo día en la tienda había descuento en todos los objetos relacionados con Madonna porque era su cumpleaños. Sin embargo se esmeran por mantener su oferta musical variada en épocas, gustos y regiones del mundo, lo cual de alguna manera es su forma de traducir el amor por la música y esos objetos hermosos que son los cds, lps y cassettes.

Yo les recomiendo que vayan a Amoeba antes de que muera, no quiero desearle la muerte al segundo lugar más feliz de la tierra, el primero es Disney (aunque se disputan fuertemente) pero el año pasado se filtró información en donde decían que iban a vender el lugar para la construcción de un edificio, información desmentida por uno de los dueños del lugar, esperemos que así continúe.

Mientras podemos regresar a Amoeba Hollywood o mientras vamos a alguna de sus otras dos sedes (Berkeley o San Francisco) les recomiendo entrar a su canal en Youtube, en donde podrán encontrar presentaciones en vivo de artistas y djs en las tiendas y ver las cápsulas de What’s in my bag?, allí gente como AIR , Mac DeMarco  o Savages  les cuentan qué encontraron en la tienda y que empacaron para llevarse a sus casas.

En mi bolsa de Amoeba empaqué estos tres libros y el LP de Soft Cell que le regalé a nuestra Fernanda Cobos. El «Music We Like» es una especie de revista que pueden llevarse gratis de la tienda, incluye recomendaciones del staff de la tienda y novedades en lanzamientos y agenda de eventos. Lo pueden leer virtual aquí. 

Cierro mi texto insistiendo con lo maravilloso que es Amoeba, intentamos honrar esa maravillosa experiencia que fue visitar una de sus tiendas con esta pequeña reseña. Les prometemos que pronto hablaremos más de Amoeba y de las tiendas de discos colombianas que aún intentan mantener vivo el amor por la memorabilia musical.