Por: Pablo Chilito Seguir a @Pablochilito
Tras dos años de carrera musical y un álbum debut que los acreditó como una de las bandas revelación de esta década dentro del panorama latinoamericano, El Cómodo Silencio de Los Que Hablan Poco está de regreso con su segundo disco de estudio titulado Amanda.
Para aquellos que aún no los conocen, El Cómodo Silencio es una banda de Santiago de Chile que se formó hace dos años, y que actualmente hace parte de la nueva ola de bandas que el sur del continente nos presenta.
Lo que más gusta de su propuesta es que no pretende sonar como un copy de aquel jangle pop que hoy en día encontramos como influencia de varios grupos, sino que se construye a partir de las sonoridades que presentan bandas como American Football (respecto a ciertos elementos del emo como pueden ser las guitarras y la manera en que se canta), Explosions In The Sky y Godspeed You! Black Emperor (en cuanto a los instrumentales del post-rock, especial los vientos, y la creación atmosférica que se da a partir de él) y algunos matices pop de bandas pertenecientes a este nuevo movimiento musical chileno, como pueden ser Patio Solar o Medio Hermano.
Actualmente la banda está compuesta por Franco Perucca (voz y guitarra), Vladimir Mella (voz, guitarra y trompeta), Bárbara Pérez de Arce (bajo y voz) y Matías Manríquez (batería, voz y teclados).
Si Run Run (Piloto, 2016) resultó ser un álbum que se mantuvo fiel a las influencias de la banda, respecto a lo sonoro, y del cual resaltamos canciones como Tiempos Bajo El Sol (gracias al sonido casi dream pop que tiene), Caroline (gracias a la delicada construcción que se presenta entre las guitarras y la batería, y que resulta en un instrumental para repetir una y otra vez) y Quiero estar a la mierda mirando el suelo/cielo (gracias a la manera en que se desenvuelven el bajo y la voz, gracias a ciertos elementos del post-hardcore y el emo); Amanda (Disco Intrépido, 2018) es un álbum que se sale complemente de esa zona de confort y que presenta una faceta mucho más madura del grupo.
Durante sus nueve canciones, encontramos en Amanda un álbum más experimental y arriesgado. La banda no deja de lado sus bases musicales, eso es claro, pero ahora opta por utilizar elementos electrónicos, en tanto la construcción de las baterías y ciertos arreglos en la voz, junto a otro tipo de ritmos como lo es el trap, el ambient y el glitch.
Es innegable que Run Run esta presente. Canciones como Zapatillas y Nuestro Tiempo lo demuestran; basta con escuchar las guitarras (con esos elementos del twinkly), el bajo y la batería, para darse cuenta de ello. Sí. Pero también notamos la evolución de la banda en canciones como Autopoiesis, Tristefeliz y Último Lugar. Ya no se trata de ser melancólicos, ahora se trata de jugar con los elementos que se tienen a la mano, de crear a partir de aquello que puede sonar extraño para quien no está acostumbrado, todo con el fin de sorprenderlo, de demostrarle que es posible hacer música más allá de lo que puede considerar música.
En cuanto a producción y mezcla, destaca el trabajo de Juan Okuma (Estudio 8874), quien logra desarrollar y hacer convivir los pasajes limpios del álbum con los momentos más ruidosos, los que logran mucha potencia y cuerpo, y el trabajo de Carlos Doerr (Sultan Estudio) quien se encarga de sacarle provecho al lado electrónico del álbum.
¡Disfruten el álbum a continuación!
Nuestras recomendadas:
Zapatillas, Enetra, Chiripa, Tarot y Nota024.m4a