Por: Daniel Ospina Follow @themockman
El techno, siempre alejado de la fanfarria de la EDM y festivales en la línea de Tomorrowland o Ultra Music Festival ha proseguido su camino en el nuevo milenio y ha continuado cautivando los corazones de aquellos distraídos que se topan así sea por casualidad con su música. No tienen esa presión de hacer la «música del futuro» o la «música para el fin del mundo» que persistía en los actos del siglo XX. Resulta suficiente para ellos capturar las emociones más cotidianas en combinaciones de beats, líneas de bajo o ruidos electrónicos rarísimos y llevarlos a un punto diferente al que permitió a los grandes exponentes de los noventa tipo Underground Resistance, Richie Hawtin, Aphex Twin o Autechre alzarse como ídolos, pero sin dejar de lado ese objetivo: el de ser los más grandes.
Alemania fue uno de esos lugares donde la música electrónica (pero sobre todo el techno) se hizo prácticamente una religión. A comienzos del milenio dos proyectos comenzaron a destacar en los clubes de Berlin. Uno era Apparat, el nombre con el que se presentaba Sascha Ring, una especie de rockstar al que se le daba tan bien pinchar como cantar o tocar la guitarra. El otro era Modeselektor, dúo conformado por Gernot Bronsert y Sebastian Szary que se formó en una Alemania recién unificada y se la pasó durante todos los noventa organizando raves ilegales por toda la ciudad. Con el tiempo se fueron profesionalizando y para fines de los noventa ya tenían algunos remixes en su haber.
Moderat aparece en el 2002 cuando Sascha se junta con Gernot y Sebastian para grabar el EP ‘Auf Kosten der Gesundheit’ que salió a la venta al año siguiente en el sello BPitch Control, pionero del techno y el IDM en Alemania desde principios de los noventa. Para ese entonces Sascha ya había debutado con Apparat el año anterior, mientras que Modeselektor lanzó varios sencillos a su nombre a lo largo del año. No era un supergrupo en el sentido estricto de la palabra, pero claramente eran tipos con una reputación en el medio.
Aunque fue un material de altísima calidad, fue también un final prematuro para el proyecto luego de que surgieran conflictos entre los miembros, principalmente por sus personalidades tan contrastadas. Mientras Gernot y Sebastian eran tipos más relajados, del tipo de personas que tienen las ideas en su sitio cuando se meten al estudio y saben lo que quieren; Sascha era más impulsivo, un rebelde sin causa que siempre en todos sus proyectos estuvo dispuesto a cambiar, a no encasillarse en un solo sitio.
Tuvieron que pasar 7 años para que los ánimos se calmaran de parte y parte. Con más madurez encima pero las mismas personalidades de siempre, fueron capaces de arreglar sus diferencias y decidir que debían terminar lo que dejaron pendiente con ‘Auf Kosten der Gesundheit’. Era el momento de grabar un álbum como era debido.
El shock: ‘Moderat’ (2009).
El primer álbum de Moderat fue homónimo y salió a la venta en el 2009 en BPitch Control. Al igual que en el EP colisionaban dos estilos: el de ritmos fríos pero irresistibles de Modeselektor contra el más enmarañado de Apparat. Pero a diferencia de lo que ocurrió en esa ocasión, en ‘Moderat’ la mezcla era más coherente, menos conflictiva y por encima de todo irresistible. Si bien se mueve principalmente en las coordenadas del techno y el IDM, lo llamativo de ese álbum fue que llevaron esas etiquetas más allá en un proceso de experimentación con ritmos distintos a los que acostumbraban tanto en Modeselektor como en Apparat. Después de todo, la idea era hacer algo diferente a lo que acostumbraban en esos proyectos.
A veces el resultado se siente trastornado, yéndose un poco al cyberpunk en “A New Error”, aplicando ritmos tribales en “Porc #1” o puede tener un poco de ambas cosas «3 Minutes Of». Otras veces puede incitar al baile como en “Seamonkey”, “No. 22” o “Out Of Sight”, y hasta puede hacer que el techno sea un poquito más industrial en «Les Grandes Marches».
Las contribuciones de uno y otro proyecto en apariencia son equitativas, pero al final se impone un poco más su criterio Modeselektor con su modelo de colaboraciones con otros artistas. Paul St. Hilaire aporta su voz en «Slow Match», el cantante de Seeed, Dellé hace lo propio en «Sick With It», mientras que en «BeatsWaySick», una de las canciones incluidas en la edición de lujo, colabora el rapero Busdriver.
Giro de 180°: ‘II’ (2013).
El segundo trabajo de Moderat titulado ‘II’ aparece en 2013 lanzado en Monkeytown, la disquera independiente fundada por Bronsert y Szary para lanzar los trabajos de Modeselektor. Este se desmarca completamente de lo que ofrecieron en el primer álbum e incluso en su EP de 2003. Sascha Ring se convierte esta vez en la fuerza conductora del proyecto, ya fuese porque Bronsert y Szary estaban más interesados en conseguir esa aura atmosférica, o bien porque Ring se impuso creativamente en el proceso de grabación. Prueba de eso es que cantará con más frecuencia que en el primer álbum y no encontraremos colaboraciones de otros artistas.
Como fuese, ‘II’ tiene el freno de mano puesto, pero lo utiliza como una excusa para experimentar en otras direcciones. Es un álbum más orientado al chillout, menos energético pero todavía ingenioso y con los momentos necesarios para mantener a la expectativa, así fuese más un disco de escuchar en la casa que en la pista de baile. «Versions» y «Therapy» marcan la idea principal del álbum, escuchándose más ecos, un tono más reflexivo y jazzero si se quiere, junto a un aura que a ratos se siente celestial.
Aun así dejan espacio para el contraste. “Milk” por ejemplo tiene esa cosa relajada y a la vez un instinto techno por lo retorcido que resulta escuchar ese bajo cruzado con un beat tan extraño. Luego de un rato se vuelve mucho más oscura y opresiva, como dando a entender que la deformidad para ellos es sinónimo de genialidad. Lo cual puede ser cierto, al menos en su caso. Algunas canciones rescatan esos golpes medio místicos que probaron en el debut y los aplican al servicio de lo relajante como en “Ilona”, mientras que por momentos (especialmente en la segunda mitad del disco) coquetean con estructuras más accesibles, siendo ese el caso en “Gita”, “Damage Done” o el sencillo “Bad Kingdom”. A pesar de que no tuvo la misma aceptación de su primer álbum (y al parecer no dejo muy satisfecho a ninguno de los tres productores), fue la excusa perfecta para irse de gira nuevamente por todo el mundo. Eso a pesar del accidente de moto que sufrió Sascha ese mismo año que obligó a cancelar varias presentaciones de Moderat.
El alfa y el omega: ‘III’ (2016).
En abril de este año Moderat decide terminar la trilogía con ‘III’, lanzado con Monkeytown y donde prima más lo vocal que en los trabajos anteriores del proyecto. Sascha canta en la mayoría de canciones, que para esta ocasión se sienten más orgánicas que de costumbre, incorporando momentos de piano como en «Intruder», instintos pop más notorios que nunca como en «Eating Hooks» y «Ghostmother», así como beats más «reales» como en el sencillo «Reminder».
Es un trabajo decididamente oscuro y con atmósferas bien densas, pero también más adulto y con una experiencia acumulada que se nota fácilmente.«Running» y «Finder» deben ser de lo poco medianamente discotequero que se encontrará en el disco. En cierta forma redescubrieron una fascinación con la música pop, la pasaron por su filtro de ruidos raros e instintos techno y el resultado es el que llevamos escuchando todo el año.
El motivo por el que a ‘III’ se le ha recibido así de bien posiblemente se debe a que suenan más como un grupo de lo que nunca sonaron antes. En el primer álbum se impuso el criterio de Modeselektor, mientras que en el segundo lo hizo Apparat. Pero en este hay una mayor comunión entre lo establecido y lo alocado de ambos proyectos. Posiblemente la mejor prueba de eso es «Animal Trails», donde los ecos IDM se cruzan con una elección de beats y ruidos cargados de mística, sonando como el resultado de hacer una peregrinación en un templo budista o algo por el estilo. «Ethereal» también destaca en ese sentido, con Sascha dando un gran rendimiento vocal mientras la electrónica al fondo con todo y su rareza actúa como un muro de sonido.
A pesar de lo anterior, el futuro de Moderat es incierto luego de la gira mundial que al parecer se extenderá hasta finales del 2017. Por las declaraciones que han dado sus miembros, se tomarán el tiempo para dedicarse a Modeselektor y Apparat, quienes tienen pensado lanzar nuevos trabajos muy pronto y después de eso no saben qué pasará con Moderat. Sería una lástima no poder seguir disfrutando de sus locuras como ese trío disfuncional que son, pero por lo que han dejado hasta el momento uno solo puede sentirse agradecido. Pero más allá de eso, es innegable que han logrado ponerse a la altura de aquellos que los inspiraron a meterse en el mundo de la electrónica hace 20 años. Tienen un sitio asegurado al lado de Underground Resistance o Richie Hawtin, y ellos lo saben.