Reseña: Muse – Drones

Por: Miguel Anuar Falú

“Quizás sea un problema de diván ¿Qué quiere tocar Muse? Nadie duda de que son capaces de volver a crear esa magia explosiva y ese sonido que ellos mismos prometieron para este disco, aunque nadie los obligo.”

Pedirle a un grupo que no cambie su sonido seria ponerle límites, que no crucen la frontera. El sonido cambia, evoluciona, y vive en constante transformación, debido a que la mente creativa es infinita. Muse termino de consolidar un estilo, pero no un estilo musical, sino un estilo de trabajo. El trío británico es una banda multiforme, todos sus discos son únicos y no son un grupo que este acostumbrado a estacionarse en una idea.

Ahora bien, cuando anunciaron su álbum, Drones, Muse prometió a su público volver a sus orígenes musicales. Lo que a uno se le viene a la mente al pensar en el comienzo, son los riffs pesados, los cambios de ritmo, los excéntricos solos de Matt Bellamy, el descontrol intencional y con fines artísticos. En los últimos años, el grupo ingles se inclino por un sonido más “prolijo”, con arreglos orquestales, inclusión de obras para piano de Chopin (Por Bellamy), y como no, la aparición de la electrónica, muy presente en estos tiempos. Esta evolución en el sonido pudo haber causado una diferencia o una división dentro del público de Muse, por eso mismo, prometieron un disco como el de los primeros tiempos.

Sin embargo, Drones no me pareció un viaje en el tiempo ni nada por el estilo, Muse no volvió a sus orígenes como lo prometió, y si lo hicieron, da la impresión de que fue muy forzado.

El disco arranca con “Dead inside”, más parecido al Muse nuevo, al moderno, vestido de electrónica con un aroma pop. Un estilo cercano a lo que fue Madness de The 2nd Law, la canción aumenta su intensidad llegando hacia su fin con el grito de guerra de Matt, muere por dentro. El mensaje político de Muse hace su escena en “Psycho” en clara referencia a los marines estadounidenses. En lo musical, un intento de recrear un sonido viejo , el hard rock, el riff “musero”, los estribillos poderosos. Sin embargo, más que una recreación, parece un plagio de un estilo que ellos mismos supieron utilizar para conquistar las masas. Los drones comienzan su misión.

“Mercy” parece extraída de “Black Holes To Revelations”, otro intento de volver en el tiempo, a canciones como “Starlight”, nuevamente, parece forzado y sin alma, los drones se quedaron sin combustible. “Reapers”, vuelve a la vida, con una canción interesante, atípica de Muse, intensa, rápida, una mezcla de emociones, pero con un estribillo que deja que desear. Un solo de guitarra que acompaña toda la locura del tema. El final retrata de manera perfecta el ambiente bélico en el que esta basado el disco, la paranoia y el miedo se apoderan del clima musical, los drones amenazan.

“The handler”, lo mejor del tema es volver a escuchar en potencia la voz de Matt Bellamy, que no parecía explotar del todo. El disco se interrumpe con la voz de “[JFK]”. Suena otra vez el Muse nuevo con “Defector” pero con más intensidad. Uno de los temas que se puede apreciar en el Making of que fue subido a las redes. Por momentos parece un tema romántico, al igual que el siguiente. “Revolt”, esta canción realmente no me la veía venir, junto a “Dead inside” es lo mas innovador de Drones en cuanto al sonido de Muse, aunque no se parezcan en nada.

Lo bueno está al final, las últimas tres canciones de Drones nos permite conocer un lado artístico y creativo de un Muse mágico. “Aftermath”, un aire parecido a “Brothers in arms” de Dire Straits. Inicia con una guitarra acompañada de una armonía orquestada y luego la voz sube al escenario, volvieron las melodías que en algún momento hipnotizaron al público. La obra no pierde nunca el equilibrio y da pie al siguiente tema.

The Handler

“The globalist”, la lluvia protagonista junto al silbido y una guitarra desolada, recorriendo las ruinas que los drones dejaron en el paso. Con un slide al viejo estilo Gilmour y un rasgueo de una pelicula de western. La melodía vuelve a hipnotizar, la magia reaparece para ordenar tanta confusión y delirio. Una base hard del bajo toma las riendas y la canción pierde la luz para adentrarse en la oscuridad, una cuenta regresiva se escucha en el fondo, los drones preparan el ataque final, la bomba estallo. Matt trae la luz nuevamente con su voz y el piano, la canción recuerda a otras como “United States of Eurasia” donde el talento creativo de Matt Bellamy se ve potenciado. Y luego se unen los coros para finalizar una gran obra. “Drones” es otra innovación de Muse, una canción compuesta y cantada a capella. En un mundo donde las cosas materiales quedaran extintas, la voz humana será nuestro último instrumento, los drones cumplieron con su misión.

El nuevo álbum de Muse no me dejo satisfecho del todo, personalmente esperaba otro trabajo después de lo que fue The 2nd Law. Mi recomendada del disco es«The Globalist», porque tiene otra energía y presenta un modelo distinto a lo que es el álbum.

Quizás sea un problema de diván ¿Qué quiere tocar Muse? Nadie duda de que son capaces de volver a crear esa magia explosiva y ese sonido que ellos mismos prometieron para este disco, aunque nadie los obligo. El sonido cambia, el sonido se transforma, nos puede gustar, pero también nos puede generar rechazo.