Nosferatu: Abrazar el futuro respetando el pasado

Por: Juan Nassiff Seguir a @JuanNassiff

Este año tuvimos variedad de películas de terror/horror/suspenso como ‘The Conjuring 2′, ’10 Cloverfield Lane’, ‘Lights Out’, ‘The VVitch’ (la más perturbadora que vi este año), ‘The Boy’, ‘Don’t Breathe’, ‘The Forest’ (con mi obsesión Natalie Dormer), ‘Blair Witch’, ‘Ouija: Origin of Evil’ y la innecesaria ‘The Purge: Election Year’ (Frank Grillo me parece buen actor, pero esta película sobra). También hay algunas que no han sido estrenadas en Colombia como ‘Intruders’,  ‘Hush’, ‘Before I Wake’, ‘Clown’, ‘Train to Busan’  (me dicen que es buena pero no he tenido el tiempo de verla).

Ahora, muchas de estas son remakes o secuelas que a la larga no aportan nada al género, así que en Escena Indie decidimos volver atrás y comparar dos clásicos del cine de horror que de una forma u otra marcaron la pauta en este género cinematográfico y además se pueden ver en doble función este mes de Halloween. Se trata de ‘Nosferatu, a Symphony of Terror’ (1922) del director F.W. Murnau y su remake Nosferatu: Phantom of the Night (1979) del director Werner Herzog.

Pese a que el mismo Herzog considera la original como la mejor película de vampiros de la historia, él decidió hacer un remake. Las razones de este varían de acuerdo a la fuente que elijan, pues algunos dicen que fue un homenaje de Herzog a Murnau, otros que se trató de introducir la historia a un público joven, mientras que varios más aluden a que la mayoría de las copias de la película de 1922 fueron destruidas por orden de la viuda de «Bram» Stoker, que había demando a los realizadores por usar elementos del libro de Drácula sin permiso y Herzog hizo su versión en un intento por rescatar esta historia. La de cómo un ingenuo agente de bienes raíces trata de finiquitar un trato con el elusivo y excéntrico Conde, en su castillo en Transilvania, pronto desencadenaran un reino de terror de alcances inimaginables.

Nosferatu, a Symphony of Terror

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Esta película nos transporta a una época en la que no existían las películas de vampiros como les conocemos. Es la historia de Drácula antes de las numerosas adaptaciones y apariciones en cine, tv, comics, novelas románticas y caricaturas. Básicamente es una película que parece hecha por personas que de verdad creen que existen los vampiros.

Aquí no tenemos un vampiro brillante y espectacular. Tenemos los fragmentos de un hombre que sufre una espantosa maldición. La interpretación es más la de una animal que la de un ser humano; en un tipo de acierto por la elección del maquillaje en el que se le dieron orejas de murciélago, uñas que asemejan garras y dos colmillos que están en medio de su boca como las de un roedor, contribuyendo a este aspecto animal de un ser que vive alienado del mundo.

Estamos frente a una película del periodo del cine mudo, con apariciones de intertítulos y un ritmo descontinuo que no era habitual en las películas de ese periodo. Además fue una de las primeras películas en usar el montaje paralelo, como podemos apreciar en una secuencia en la que Orlok avanza hacia Hutter para atacarlo, mientras en Bremen, Ellen se encuentra en un trance que la hace actuar como sonámbula y grita advirtiendo a Hutter haciendo que Orlok se aleje. Otra secuencia similar es cuando Hutter escapa del castillo de Orlok y va de regreso a Bremen viajando en carreta, mientras Orlok también va hacia Bremen solo que viajando en barco, el montaje entrecorta entre los sucesos de la carreta, el barco y Ellen con un ritmo implacable. Es una de esas películas en las que el efecto acumulativo del ritmo al final recompensa al espectador.

Nosferatu combina el género con la narrativa temática y las ideas visuales que le acompañan ayudan a definirla. Es una ópera de horror en el sentido épico de su imagen, con una historia minimalista que es más elemental que narrativa. El uso del folklore que existe alrededor de los vampiros y la naturaleza siniestra de su existencia. Cada uno de los episodios de esta ópera se distingue del anterior gracias a su tono y ritmo, convirtiéndose de a poco en una historia menos piadosa y más siniestra. El llamado a la aventura que viven sus personajes los lleva a experimentar la desolación, así como la excitación que conlleva adentrarse a un mundo desconocido para ellos. Se comienza con un tono cálido y tomas de tierras lejanas que resultan exóticas para el espectador, pero el calor se convierte en un frío sofocante una vez conocemos a Orlok, que nos encierra en un laberinto de horror lleno de oscuridad, permitiéndonos por pocos instantes el ver la luz, lo que hace que se vea la realidad y las pesadillas como una sola.

Esta película no tiene miedo y trata su material sin ningún tipo de restricción, para el público actual puede ser una película tonta, pero para el de la época era la representación del infierno en la pantalla, sus referencias mitológicas no dan para otro tipo de interpretación. El terror que trae Orlok debe ser visto con la misma seriedad que la ven sus personajes, de lo contrario se pierde la magia con la que se puede apreciar esta historia; el expresionismo alemán está presente en esta ópera, con sus largas y desfiguradas sombras y una puesta en escena que trasciende la teatralidad de sus actuaciones.

Esta película prevalece sobre muchas otras gracias al manejo de sus simbolismos en ideas visuales que sirvieron como base para una narración moderna en el cine silente hasta la llegada del sonoro.

Nosferatu: Phantom of the Night

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Se puede decir que es la misma historia solo que contada a color y con sonido, sin embargo el color que imprime Herzog en esta cinta es rico y profundo, tanto así que sería simplista el catalogarlo de saturado. La tierra luce sucia y fría, el verde se podría decir que se ve mojado, las montañas son resquebrajadas y grises, los interiores abundan de rojos, marrones y blancos, el blanco sobre todo es usado para los rostros, en particular el del conde Drácula, interpretado por Klaus Kinski.

Esta película a diferencia de la anterior. Rebosa de cierta belleza visual que contrarresta su historia. Herzog nos muestra la naturaleza como algo asombroso a la vez que aterrador, las nubes casi tocan la tierra, los montañas se elevan hasta el punto de la intimidación, mientras que las sombras nos anuncian los horrores que vendrán a sus protagonistas.

Herzog se toma su tiempo antes de dejarnos ver a Drácula. Al principio lo establece por medio de dialogo y la forma en que reacciona la gente al oír su nombre. Al momento de verlo es cuando entendemos el por qué del temor de la gente al oir su nombre. Al igual que en su versión de 1922, el conde no tiene apariencia humana, su cabeza no tiene ningún pelo, su piel es de un blanco casi fantasmal, sus orejas son puntiagudas como las de un murciélago, sus uñas parecen lanzas y sus ojos están rodeados de los colores negro y rojo, sus dos dientes frontales asemejan colmillos que no ocultan, ya que se mantiene fiel a su naturaleza amenazante.

Esta versión a diferencia de la original no puede ser confinada en la categoría de cine de horror, pues la temática abordada es el temor en sí y como este nos hace caer en la maldad. El viaje emocional de este film comienza con la ingenuidad, de ahí al amor, luego la determinación pasando a la incertidumbre, para luego conocer el miedo y la desesperación para llegar finalmente a la locura y el epilogo que es la perdida.

Los detalles históricos de la cinta lucen auténticos y convincentes, Herzog emprendió muchos viajes en los que rodó imágenes de las momias de México, así como escenas en las montañas de los Cárpatos, los castillos y sus ruinas son de la República Checa, Eslovaquia y Alemania, mientras que los canales se grabaron en Holanda.

La pelicula resalta por su belleza visual, mas no por la belleza de su historia, dándonos un film que trata con honor y seriedad a los vampiros. Por eso y aunque no creo en los vampiros, imagino que de existir lucirían como los de Herzog.

Una estaca en el corazón

¿Cuál de los dos films considero mejor? La verdad los dos son buenos a su manera, el de 1922 me gusta por sus ideas estéticas y la novedad que representó para la época, el de Herzog lo admiro por su belleza y porque cuenta con una muy hermosa para la época Isabelle Adjani. La versión de Murnau dio origen al género del cine de vampiros y estableció los elementos claves de este tipo de cine hasta nuestros tiempos, sentó las bases de lo que se convirtió en manipular las expectativas y emociones del espectador, creando un film que no nos asusta sino que nos acecha; por otra parte el film de Herzog devolvió la seriedad al cine de vampiros que tanto había sufrido debido a las comedias, dibujos animados y la infaltable Blaxploitation (todos las xploitation habidas y por haber), Herzog hizo un film planteando ideas sobre el hombre contra la naturaleza y la perpetuación de la maldad siempre traerán caos en el la sociedad, una lucha que nunca podremos ganar, solo sobrevivir a ella.

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