Pedrina y Rio, Los Petitfellas: entre las flores y las historias mínimas

Texto y fotos por: Pablo Chilito 

Las cuentas no habían quedado saldadas. Las oportunidades de verlos se habían quedado resumidas a problemas de tiempo o de salud. Pedrina y Rio hacía unos meses, Los PetitFellas hacía ya más de un año. La promesa de verlos no había dejado de existir en mi cabeza, como si verlos fuera una necesidad – y en verdad lo era – como si verlos fuera parte de mi ciclo de conciertos, en el que cada uno complementa el rompecabezas de las nuevas bandas que han surgido en los últimos años en la escena musical del país.

Hace algunas semanas quedaron arreglados todos los asuntos con las bandas y la oportunidad de verlos fue todo un hecho. Durante la Semana Universitaria, de la Universidad Javeriana, pude ver, por primera vez, dos de los mejores conciertos de este año.

A pesar del espacio reducido y el público mínimo, estos dos grandes de la musical nacional, dieron shows que dejaron a más de uno con ganas de repetir. Comenzando el martes con Pedrina y Rio, una oportunidad de ver por qué esta banda se ha vuelto una de las preferidas de los enamorados; con sus letras llenas de dulzura y amor, Pedrina y Rio demostraron ser una de las mejores bandas que hay ahora de las nacionales. Con su show de una hora lograron enamorar a un público ansioso de escuchar nuevas canciones de su álbum Canciones Sin Ropa. Dieron al público todas las emociones que la música puede compartir: interpretando canciones de su Ep Flora, y estrenando un par de canciones nuevas, alegraron los corazones de los estudiantes que desde el mediodía los esperaban con ansias.

Bajo el sol de la tarde los jóvenes nos preparamos, debajo de las sombrillas, para ver salir a Rio en su guitarra y a Pedrina con su belleza y carisma que la hacen una bella mujer en el escenario. Con su voz cautivó durante todo el concierto, y acompañada de la banda nos hizo cantar las once canciones que componían su setlist. Repitiendo el que días antes habían tocado en el Armando Fest, dieron a conocer su talento para aquellos que antes no los conocían, y para los que sí, nos hicieron cantar a más no poder sus más conocidos temas como «Canción de Eli», «Pelón», «Pedacito de mi vida» y «Enamorada».

El sol era casi infernal y la banda entre el calor de la tarde nos dio ánimo a todos los que sentados los mirábamos y cantábamos. Pedrina sonreía y se ganaba el corazón de todos los presentes. Rio con su carisma hacía que todos bailáramos; este dúo imparable, acompañados de su banda, nos invitaron a conocer más de cerca su propuesta musical; nos invitaron a estar más de cerca a su nuevo disco; nos regalaron nuevas canciones como «La araña«, «Yo te adoré» y «Por qué te vas«. Fuimos más felices que una lombriz, más felices que nosotros no hubo durante esa hora; enamorados les dijimos que los queríamos, y con Pedrina a cargo de la despedida se bajaron del escenario entre aplausos y sonrisas, para después, detrás del escenario, regalarnos fotos y autógrafos, mostrando ser las mismas bellas personas que en el escenario son.

El miércoles la cita fue con Los PetitFellas, a la misma hora y en el mismo lugar. La banda liderada por Nicolás Barragán no se hizo esperar y con un concierto de una hora hicieron saltar a todos los que estábamos presentes con su mezcla de hip hop, funk, jazz y rock. La universidad los esperaba bajo el mismo sol de la tarde, bajo sombrillas y con los celulares en mano, esperando una buena ocasión para retratar a la banda mientras tocaban; no fui la excepción con mi cámara al cuello.

A la una de la tarde en punto «Los Fellas» fueron convocados al escenario por todos los que sentados esperábamos que nos salvaran esa tarde con más de una buena canción, y así fue. Pisando fuerte el escenario Nicolai Fella, junto a la banda, abrió la tarde con su «Microphone check» y todos repetíamos «One two one two». La banda no tardó en encender la «Simpática fiesta« que nos dio a todos los estudiantes; una tarde llena de buena música y actitud a cargo de la orquesta fue lo que vivimos durante una hora con sus más grandes canciones y un final extraordinario.

Con la banda las deudas no habían quedado del todo saldadas, pues siempre que la oportunidad para verlos se daba, por miles de cuestiones, me había perdido más de un momento para hacer que estaba saltando en una fiesta, y el miércoles se dio la oportunidad de ver a una banda que animaba la fiesta a cargo de sus historias mínimas.

Durante una hora la banda no hizo más que hacernos bailar al son de cada una de las trece canciones que tocaron, entre letras de años atrás, momentos emotivos y una invitación a ser parte de «El club de la resistencia», los Fellas hicieron vibrar el escenario. Con su setlist la banda nos regaló a cada uno más de un momento para cantar las rimas que hacen de sus canciones miles de verdades y frases con las que nos identificamos. El mundo está hecho de historias dice una de sus canciones, y ese día fue el momento para agregar una más a nuestra vida.

Con su homenaje a Eduardo Galeano los Fellas hicieron nos recordaron a uno de los mejores escritores de América Latina. Un espacio sincero y necesario, significativo para que todos cantáramos desde el fondo de nuestro corazón «Antes de morir», una de sus mejores canciones que nos recuerda que debemos vivir sin afán, debemos morir de la risa y perdonarle a los demás todo lo que nos hacen. Antes de terminar con su show la banda dio un giro a la tarde y Nicolás nos llamó a cada a uno a que nos levantáramos si nos identificábamos con cada uno de los Skillz que nombró, ninguno de los que estábamos presentes dudamos en ponernos de pie ante el estricto arte de llegar tarde.

La tarde corría y nadie quería que la banda se fuera, pero la fiesta se estaba acabando y las canciones una tras otra nos llevó al final, nos llevó a recordar que cada uno de nosotros hace parte de su «Club». Nicolás nos invitó a cada uno de nosotros a no olvidarnos que nadie puede tirar nuestros sueños abajo, uno de ellos, para mí, verlos por primera vez en el escenario, saltando, bailando y enseñándonos que todos hacemos parte del club, todos estamos invitados a no dejar que nadie nos robe la esencia porque todos nosotros, ese día, en medio del sol de la tarde, las sombrillas abiertas y las cámaras en mano, nadie podrá evitar que seamos parte del club.

Esa semana las bandas dejaron en claro por qué son ahora dos de las mejores bandas nacionales y por qué cada uno de nosotros estamos llamados a apoyar los nuevos talentos que demuestran que la música en Colombia no está perdida, y siempre tendremos la oportunidad de escribir nuevas historias en nuestras vidas.