Por: Juan Nassiff
@JuanNassiff
Otra década ha pasado, así que obligatoriamente otra lista debe hacerse con lo mejor de esos diez años, porque al parecer si no lo cuantificamos o registramos no es importante… ¡No me juzguen, yo solo cumplo con mis obligaciones!
La década pasada estuvo dominada por las películas basadas en cómics y franquicias, con una que otra propuesta original, todas destacaron de una forma u otra, pero aquí nos centraremos en las que sonaron más duro, musicalmente. De este listado se excluyeron Guardians of the Galaxy, Social Network, Inside Llewyn Davis, Tron Legacy, Drive, The Grand Budapest Hotel y Scott Pilgrim vs The World, debido a que estas películas ya habían sido mencionadas en ediciones anteriores, y pues… abajo lo viejo y arriba el núcleo.
THE TREE OF LIFE (2011) – Dir. Terrence Malick
Es la historia de los O’Brian, una familia de Texas, en 1956, contada desde la perspectiva poética de Jack, el hijo mayor del matrimonio, quien vive en conflicto debido a las dos filosofías de vida tan diferentes con las que sus padres lo han criado a él y a sus hermanos, y que se reflejan en su vida adulta.
La música fue compuesta por Alexandre Desplat, quien unió piezas de Brahms, Mahler, Bach, Górecki y Holst, con sus originales, en una amalgama que enaltece el sentido poético de la película.
BEASTS OF THE SOUTHERN WILD (2012) – Dir. Benh Zeitlin
Hushpuppy, una niña de seis años, debe hacer frente a la frágil salud y mal temperamento de su padre y al cambio climático que ha causado la inundación de su destartalada comunidad de pantanos, mientras aprende lo que significa el coraje y el amor.
La película no me gustó, pero sí debo destacar que la música compuesta por el mismo director, Benh Zeitlin; y su colaborador, Dan Romer, hacen llevadero el tedio que causa la cinta, al componer temas que son tanto alegres como tristes, reflejando la belleza de la niñez y la tristeza del mundo que la rodea.
FRANCES HA (2012) – Dir. Noah Baumbach
Frances, una neoyorquina que no tiene vivienda propia, es aprendiz de una compañía de baile, pese a no ser una bailarina se lanza de cabeza a sus sueños, incluso cuando la posibilidad de realizarlos es mínima.
Nuevamente otra película que casi no me gustó porque es muy calcada de la obra de Woody Allen, pero es algo divertida, la banda sonora, en su mayoría pop, es de artistas como Hot Chocolate, Paul McCartney, T.Rex y ¡¡¡DAVID BOWIE!!! (todavía estoy triste por eso).
Triple dosis de Jonny Greenwood
Este integrante de Radiohead ha colaborado tal vez con uno de los mejores directores de esta generación, Paul Thomas Anderson, en la que se puede considerar la trilogía del poder: The Master (2012), Inherent Vice (2014) y Phantom Thread (2017).
De acuerdo con Greenwood, cada tema está relacionado con los beats emocionales de los personajes que protagonizan estas historias.
The Master: Un veterano de la marina tiene dificultades para adaptarse a la sociedad. Inquieto e inseguro de su futuro, va sin rumbo fijo hasta que conoce al carismático líder de una religión emergente.
Inherent Vice: En Los Ángeles de 1970, el año más influenciado por las drogas, el investigador privado, Larry «Doc» Sportello investiga la desaparición de una exnovia.
Phantom Thread: Ambientada en Londres de la década de 1950, Reynolds Woodcock es una reconocido diseñador de modas cuya tediosa vida se ve interrumpida por Alma, una mujer joven y de carácter que se convierte en su musa y amante.
Under The Skin (2013) – Dir. Jonathan Glazer
Durante la vida nocturna escocesa una misteriosa joven seduce hombres que luego desaparecen; sin embargo, un evento fortuito con uno de estos hombres la llevará a comenzar un proceso de autodescubrimiento.
Mica Levi firma la banda sonora, siguiendo indicaciones del director Jonathan Glazer, quien le decía cosas como «¿Qué suena estar en llamas?», o, «Imagínese cuando le cuenta un chiste a alguien y no es muy bueno y su reacción es un poco confusa».
Baby Driver (2017) – Dir. Edgar Wright
Después de ser obligado a trabajar para un jefe criminal, un joven conductor experto en fugas ve su mundo venirse abajo luego de participar en un atraco condenado al fracaso.
Este es otro caso en el que la película no me gustó mucho, ahora, no me mal entiendan, la historia y la dirección son buenas, pero las escenas de acción no me la vendieron mucho al ser demasiado pulidas y carentes de brusquedad, perooo la música es muy buena y Edgar Wright logra crear momentos de tensión con temas de Barry White, lo cual de por sí es bastante admirable.
A Ghost Story (2017) – Dir. David Lowery
Un fantasma de sábanas blancas recientemente fallecido regresa a su hogar suburbano para tratar de reconectarse con su esposa.
Esta singular y emotiva historia cuenta con la música de Daniel Hart, en colaboración con el director David Lowery, sus temas minimalistas reflejan lo que significa la pérdida y aceptación y lo que significa seguir adelante, ya sea en este mundo o en el otro.
Mandy (2018) – Dir. Panos Cosmatos
La idílica vida de una pareja es destruida por un enigmático y oscuro culto hippie y un grupo de motociclistas demoníacos, esto lleva a un hombre llevar a cabo una brutal venganza surrealista.
Una de las últimas bandas sonoras compuestas por el fallecido Jóhann Jóhannsson, pese a lo loca que suene la historia, está llena de bellas melodías que son un reflejo del gran talento que tenía este compositor.
Marriage Story (2019) – Dir. Noah Baumbach
Está nominada al Oscar, ofrece una mirada incisiva y compasiva sobre la separación de un matrimonio y cómo una familia logra mantenerse unida.
La banda sonora está compuesta por la leyenda Randy Newman, quien sabe darle un toque esperanzador a esta historia a través de su música.
Y bueno, estas son mejoras bandas sonoras -que a mi parecer- nos dejó la década pasada. Muchas se quedaron por fuera, pero creo que con estas ya cubrimos bastante terreno y géneros cinematográficos.
¡Los invitamos a incluir su banda sonora favorita de la década pasada en los comentarios!