Reseña: Adelaida – Madre Culebra

 Por: Alejandro Oido Propio Follow @ElOyentePropio

Readaptar todo un sentimiento.

Debo empezar diciendo que al escuchar Madre Culebra, sentí la agresividad más propia de la escena alternativa de la década de los noventa. Esto podría ser más adecuado si usted querido lector, perteneció o vivió la escena alternativa, mal llamada grunge. Sin embargo, muchos de nosotros que no nacimos en ese momento, pero que crecimos con curiosidad musical, y quizá empezamos a escuchar esos grandes clásicos de lo que conocemos como Rock: Queen, Pink Floyd, Guns & Roses, etc., hayamos seguido buscando los caminos, las vidas, las vertientes, las ramas, etc. de eso que tanto nos atrae; el Rock.

Así, sin ser parte de los 90’s o sin estar ubicados geográficamente donde se vivió el grunge con mayor intensidad, lo hemos vivido, a través de discos, de vídeos, de internet, a través del flujo de información, etc., Incluso es posible que esta vertiente del Rock y todos sus exponentes, nos haya calado, y nos sintamos identificados al menos con una canción.

No puedo decir de manera breve ni exacta, por qué o cómo al menos una canción de Nirvana, de Soundgarden, de The Melvins, de Mudhoney, de Silverchair, etc., logra cautivar, y generar una identidad para cada joven que llega a estos sonidos. Música para la rebeldía de la juventud diría yo, porque en varios casos estas líricas y estos ritmos agresivos con los que la juventud ‘perdida’ se sintió, siente y se sentirá identificada (sin importa la edad, o la época), expresaban el sentimiento de estar perdido, desamparado, de no querer nada y de no ver algún tipo de esperanza para el mundo.

También para muchos (incluyéndome) esos sonidos nos generan identificación con esa agresividad algo escondida que no trae ni lo que conocemos como metal ni lo que conocemos como punk; una agresividad propia, en cada riff de guitarra, en cada voz, en cada toque denso, pesado y fuerte en la batería, logrando un desahogo ‘imaginativo’ y simbólico a través del grupo, como si cada integrante se desahogara por nosotros.

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 Adelaida no es un simple grupo que haya querido revivir o que simplemente haya dejado que sus influencias los formaran, no. Estos chilenos no sólo busca que recordemos a Sonic Youth, ni a Mudhoney, ni a Nirvana, no. Adelaida quiere más, quiere representar y retomar todo el sentimiento que tienen sus grupos influyentes, ese sentimiento de ira, de desahogo, de fuerza y de agresividad en cada canción; además quieren atreverse a ‘buscar’ esa música que ni los mismos pocos grupos que siguieron en pie desde aquella época pudieron mantener viva. Muchos se adaptaron a las nuevas tendencias, Adelaida en cambio ha vuelto unos cuantos años atrás, manteniéndose presentes en este.

Retomar un sentimiento, volver a adaptarlo quizás no sea fácil, pero con Madre Culebra sí que vale la pena intentarlo. Esto es para sentir la fuerza de cada instrumento, o al menos para agitar la cabeza con muchas ganas. El exceso de riffs no es perjudicial para la salud.