Reseña: ‘Prender el Alma’ – Nicola Cruz

Por: Alejandro 

El folclor vibrante. 

Iba en la mitad del disco y observé como casualmente el agua dentro del vaso que tenía al frente mío, vibraba al ritmo de la canción. Inmediatamente, pensé «este es un álbum vibrante», y algo sugestionado después de la observación de las ondas en el agua, sentí esa misma vibración rítmica en mi cuerpo.

Pero no era esa vibración, que a veces es algo incomoda, que da el baile y la música de fiesta, no, era algo más, estas vibraciones las noté y las sentí más profundas, no tanto en mi cuerpo, ni en mis oídos sino, en algo más allá. Un sentimiento nuevo, algo que me incitó a cerrar los ojos y abrir los oídos, porque definitivamente, Prender El Alma’, es un álbum para ese ejercicio, para dejarse llevar por lo por lo mágico, por lo vibrante y por lo espiritual que es.

Había venido pensando, con algunos otros proyectos semejantes a este, Barda, ElPelche, Sidirum y otros, que a veces la sonoridad, y los efectos electrónicos, incluyendo los beats y demás, cortaban un poco la esencia de la verdadera intención de este ‘nuevo’ folclor; sin embargo, el primer proyecto, similar, que me generó una cercanía y en el que noté una mayor expresividad de lo folclórico fue, el de Chancha Vía Circuito, pues, fue el primero que escuché con una onda mucho más abstracta, y cercana a lo folclórico, a lo netamente folclórico, que iba más allá de los remix y las reediciones de canciones populares, tradicionales y folclóricas.

Para mí, a pesar de otros buenos proyectos, que nombré hace unas líneas, no existía aún alguien tan cercano a lo folclórico, no existía otro proyecto que se le pudiera nombrar y catalogar como ‘nuevo’ folclor. Hasta que llegó, Nicola Cruz a mis oídos. Había escuchado un par de canciones de él, antes del primer sencillo de este álbum, «Colibría«. Y, sinceramente no lo había tomado tan en serio. No había notado la expresión tan pura, y tan cercana a la belleza folclórica, es este caso, de Ecuador y de los Andes.

No quiero, dar el discurso, algo obvio, sobre lo inteligente y genial que han sido, y aún son, estas nuevas fusiones entre lo digital y lo folclórico, tropical, tradicional; y de lo talentoso que es Nicola, creo que eso sobra.

Pues, más que fusión, más que beats con sonidos folclóricos y todo eso. Esta es una excelente muestra, presentación de la cantidad de sonidos, ritmos, melodías, tipos de canciones y sentimientos que obviamente han rodeado la vida del artista, que son parte de la zona Andina de América. Esto es, un «LOS ANDES Y EL ECUADOR, PRESENTE», sí, así, en letra mayúscula.

Nicola Cruz, logra acercarse bastante a la intención de la música indígena, tradicional, folclórica y tropical. Porque así ha sido la música de la que venimos, es decir lo tradicional, lo aborigen, siempre ha querido, proteger, curar, sanar, induciéndolo, dejando y permitiendo que sea la música la que nos guíe. Y esa intención, esos sentimientos que Nicola Cruz logro interpretar para ‘el mundo moderno’, eso es lo que más se siente. Eso, lo que Cruz, mantiene vivo del folclor, a través de un ‘nuevo’ folclor.

Desde el nombre de este álbum indica la conexión espiritual, purificadora, sanadora y ‘elevadora’ que quiere expresar el señor Cruz. Es algo realmente mágico, al menos para mí lo fue; me permitió inducirme en mí, escuchar, dejarme llevar por la canción, sentir cada voz, sentir la vibración de los bajos, sentir el golpe de los beats.

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Cuando se escucha algo así, algo tan lleno de contenido, tan lleno de historia, de belleza, y de expresión, es fácil darse cuenta que la música, música de verdad, siempre es más de lo que tiene, siempre es más de lo que se alcanza a escuchar. Y con eso cierro, pues para Prender El Alma’ sólo hace falta cerrar los ojos y abrir los oídos.

Nicola Cruz se presentará en el Festival Estéreo Picnic. Toda la información AQUÍ