Algo que siempre apasiona cuando se habla de Swans son los adjetivos que inspira cada vez que se debe reseñar un disco de ellos. Siempre hay alguna excusa para reafirmar la figura de Michael Gira. Ese ser de luz (y oscuridad) intocable, invencible, el autentico superhombre de Nietzche llevado al plano musical, creando sus propias reglas, ajenas a las del resto.
Y henos aquí, cayendo una vez más en ese juego de los cumplidos sin haber dicho una sola palabra del nuevo álbum.
El motivo para esa adulación es que The Glowing Man va a ser el último trabajo con la alineación actual de la banda según algunas declaraciones de su líder, quien planea terminar una etapa de Swans al concluir el tour de presentación de este, su decimocuarto trabajo discográfico (y que dicho sea de paso, aterrizará en Colombia por primera vez). El futuro se muestra entonces, impredecible. Como puede sugerir que la banda se disuelve (o queda en su diplomática modalidad de “receso indefinido”), puede significar una reunión con alguno de los miembros que no hicieron parte del regreso del grupo en 2010.
Como sea, en The Glowing Man todo tiene tono de despedida. Hay mucha nostalgia en títulos como “The World Looks Red/The World Looks Back” o “People Like Us”, una pregunta bien concreta en “When Will I Return?”, el tono autorreferencial en la titular “The Glowing Man” y un cierre que parece contundente (musicalmente y como respuesta a todas las dudas de los seguidores) en “Finally, Peace”.
Musicalmente no es tan arrebatado como su antecesor, To Be Kind. Basa su fuerza en un muro de sonido protagonizado por guitarras y teclados fantasmagóricos, junto a percusiones cadenciosas que ponen cada canción en suspenso. Lo que cambia con cada canción (o con cada segmento en el caso de los temas largos) son agregados como los dulcimer que protagonizan la mayor parte del álbum, el chelo de “Cloud Of Unknowing” o la sobrecogedora voz de Jennifer Gira que le da vida a “When Will I Return?”.
The Glowing Man es más reflexivo que To Be Kind, oscuro sin ser profano, con más mantras que nunca (“Cloud Of Unknowing” y “The World Looks Red/The World Looks Back” son prácticamente post rock cruzado con hinduismo) pero con el mismo desafío auditivo para los nuevos y viejos oyentes. Si es el final de Swans o el final de una etapa en concreto en su trayectoria, resulta irrelevante. No es un trabajo que se deje juzgar bajo esa óptica. Le basta con la irreverencia y sacar de quicio a quien se arriesgue a reproducir su repertorio para ser tan perdurable por sí mismo como determinante en el catalogo de la banda.
“Cloud Of Unknowing” es mi recomendada. Nada dice «puntos suspensivos» como esa canción.
Aquí va «When Will I Return».