Por: Juan Pablo Sandoval Follow @PapoSandoval
«Amor sonoro a primera escucha».Me gustaría poder contarles acerca de la maravillosa carrera musical que ha tenido The War on Drugs, desde su debut ‘Wagonwheel’ Blues, en el 2008. Sin duda una pieza clave para la música independiente, o probablemente como el aclamado ‘Slave Ambient’ fue en todos las direcciones un paso hacia adelante para un proyecto en ascenso. Sin embargo les estaría mintiendo, ya que hasta hace menos de 72 horas no tenía conocimiento alguno acerca de estos 4 nativos de Pensilvania. Lo que sí puedo decirles con toda seguridad, es que luego de 18 segundos de su último álbum ‘Lost in the dream’, y a tan solo 3 meses de comenzar el 2014, se encuentra a nuestra disposición una de esas raras joyas sonoras que nadie debe perderse y un claro contundente a disco del año. Porque a veces así es el universo: uno se enamora en el momento menos indicado, y de la persona más inesperada.
Así como muchos aseguran creer en el amor a primera vista, la banda conformada por Adam Granduciel (voces, guitarra), David Hartley (bajo, guitarra), Robbie Bennett (keyboards, guitarra) y Patrick Berkery (batería), los hará creer en el amor a primera escucha. Un disco que toma influencias musicales y líricas de artistas clásicos de la talla de Bob Dylan, Bruce Springsteen, Tom Petty y Fleetwood Mac, y que a la vez se acerca a propuestas más contemporáneas como Ryan Adams, Wilco, Grizzly Bear y Phosphorescent (cuyo álbum ‘Muchacho’ es uno de mis favoritos del 2013), entregando un resultado tan complejo, sencillo y directo como probablemente ninguno otro en su género.
Gestándose desde el 2012 en la mente de Granduciel, quien se desempeña como principal compositor de la banda luego de la salida en 2009 de su co-fundador Kurt Vile (recomendado escuchar su último trabajo ‘Wakin on a pretty haze’ del 2013); el proceso creativo de este álbum se vio inmerso en una época de depresión y desolación acompañada de una fuerte ruptura, impartiéndole un sentido de humanidad que al igual que una pintura impresionista donde cada punto puede trasponerse a cientos de millones de sentimientos, acá, se encuentra trazada por guitarras catárticas, percusiones resonantes, bajos luminosos y letras que salidas desde la más profunda melancolía, solo logran producir sonrisas y lágrimas llenas de emoción. Esa misma emoción que se siente al primer beso, a la primera mirada; una obra maestra dedicada al alma y al amor donde temas como “Red eyes”, “An Ocean between the waves”, “Dissapearing”, “Burning”, “Lost in a dream” y “In reverse” , desafían toda percepción humana a perderse en un viaje del cual no hay vuelta atrás.
‘Lost in the dream’, se ha consolidado como un álbum de culto en el corto catálogo musical de The War on Drugs. Sus 60 minutos y 34 segundos de duración se entretejen de manera perfecta dentro de cada uno de sus oyentes, demostrando que la música no necesita mayor vehículo que el sentir de un ser humano para hacernos creer a cada uno de nosotros que el amor de nuestra vidas puede estar contenido en una simple canción.
