Por: Alejandro Oyente
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Fotografías cortesía de: Andrés Wolf
Antes de empezar a contarles cómo fue la presentación de Rubio en el Festival Centro 2020, hay algunas cosas que deben saber:
- Comúnmente en el Festival Centro, ya sea por la cantidad de artistas en su cartel, o porque esta es su intención, la duración de los shows o de las presentaciones es corta, no duran más de 30 o 45 minutos, lo cual muchas veces cumple el dicho “corto, pero sustancioso”.
- Creo que para la gran mayoría de personas pendientes del Festival fue una gran sorpresa la aparición de Rubio en el ‘line up’ de esta edición. Esto llenó de expectativa y emoción a los asistentes, pues como bien sabemos, su disco ‘Pez’ fue uno de los más aclamados de Latinoamérica en 2018.
- Más que su música de estudio, la música de Rubio está muy bien ‘diseñada’ para el sonido en vivo y ¡qué bien que lo demuestran!
La presentación del proyecto de la percusionista Francesca Straube se dio en el primer día del Festival Centro 2020, en el muelle de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, luego del show de los bogotanos Nicolás y Los Fumadores.
Mira aquí a Nicolás y Los Fumadores en sesiones NoiSur
Rubio, sin mucha espera (algo más que destacar de la logística del Festival), inició con una de las canciones favoritas de su público y de su álbum ‘Pez’: ‘Coral’. Esta especie de Dub electrónico encendió y cargó de misticismo la noche.
Rubio en vivo fue integrado en esta ocasión por tres músicos: Fran Straube, Lego Moustache y Andrés Abarzúa. Cada uno de ellos interpretó sus instrumentos de manera magistral, compacta y contundente, creando una atmósfera densa y una energía única que sólo se puede describir presenciando a Rubio en vivo.
Rubio.
Fotos: Andrés Wolf
Entre sus ya conocidas y más sonadas canciones, Rubio también aprovechó para presentar sus más recientes trabajos: ‘Pájaro Azul’ e ‘Ir’, esta última lanzada los primeros días del 2020. ‘Ir’ tomó por sorpresa a varios de los asistentes al show, pues la canción está bajo el ritmo del dembow, o al menos tiene una notable intención al tan sonado ritmo, obviamente con toques y detalles muy característicos de Rubio. La sorpresa fue para bien, la canción sonó y más de uno decidió moverse y bailar con este ritmo.
Los pocos momentos que Fran tuvo para hablar e interactuar con el público, los usó para invitar, motivar e impulsar los movimientos y manifestaciones sociales que han acontecido recientemente en el país y en Latinoamérica. Igualmente, celebró lo que ha pasado en Colombia en términos de movilizaciones, invitó a continuar en la lucha por la vida, por la naturaleza por los demás seres vivos, y concluyó con un poderoso “¡Van a caer!”, que no hizo más que alentar en un público joven, y en su mayoría participante de las manifestaciones sociales, la emoción por ver y sentir que un artista en vivo los apoya.
Esto dio pie para que la noche subiera mucho más su energía; pero no fue lo único, Fran también utilizó uno de esos espacios para usar un elemento indígena para limpiar el lugar, el aura, el espacio en el que nos encontramos esa noche, y de verdad se pudo sentir un antes y un después de aquel acto. Faltaba muy poco para que la noche fuera absolutamente emocionante, y el cierre, junto con esta especie de rito chamánico, permitieron que la presentación de Rubio fuera remarcable.
Rubio.
Fotos: Andrés Wolf
Exigiendo algo de tiempo para su cierre, interpretaron ‘Hacia el fondo’ y ‘Las plantas’ -esta interpretación fue el momento más emocionante de todo el show, lo digo de manera atrevida y en nombre de todo el público que estaba allí esa noche-.
Vimos a una Fran tocar con fuerza y total ímpetu, sonando acoplado, enérgico y dinámico, pero sin duda su mejor momento fue cuando, en un acto directamente político, sacó y tocó una cacerola. Haciendo un cacerolazo musical en vivo y en directo.
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Lo de Rubio fue un cierre, y en general un show, impecable, con un mensaje directo y poderoso. Justo y necesario para estos días.
