SOMA 2013: movimiento, baile y devoción

Por Armando Rendón: @armandoren

Fotos por: Giovanny Gonzales

«SOMA: un festival que se consolida como una apuesta musical de prestigio y alternativa en el panorama musical colombiano»

En su tercera edición el Festival SOMA se vistió con sus mejores galas para recibir a las grandes bandas con las que contó el cartel para este 2013. Con cambios de última hora (ubicación de conciertos en el último momento) y cierta “desorganización” en la organización, todo estaba preparado para el disparo de salida. Antes de los “platos fuertes” y como preludios de nivel, el Festival rodeó sus eventos principales del sábado y del domingo, de unos anticipos a modo de selectas píldoras musicales, que se desarrollaron en locales de prestigio dentro del ambiente melómano independiente de Bogotá.

Días previos:

Así, la puesta de largo del Festival se produjo en Armando Records el miércoles 16. El lugar fue el anfitrión para la inauguración del ciclo con el regreso de Like Some Cat From Japan, banda colombiana creada a principios de 2010, como un nuevo proyecto de música electrónica constituida por Jorge Pizarro y Carlos Hurtado. Música electrónica, experimental y discotequera elegante para cualquier momento y lugar. Y como cierre de la jornada Gigamesh, nombre tras el que se oculta Matthew Thomas Masurka, de nacimiento estadounidense (de Minneapolis en concreto) pero de vocación universal DJ y “remexclador” nato, que recientemente ha puesto en el mercado su EP “Enjoy”. Para el jueves todo se concentraba en La Puerta Grande, local que a pasos agigantados está haciendo eco dentro de las salas a tener en cuenta en todo momento si hablamos de buena música en Bogotá.

Sábado 19/X/2013:

Y el sábado, con cambio de ubicación, se servía uno de los dos conciertosimportantes del SOMA. Se ponían de largo IS TROPICAL y posteriormente MIAMI HORROR. De partida, sorprendía que la sonoridad y la acústica del local fuesen inadecuadas, por lo que ninguno de los grupos que actuaron en el Centro de Eventos Carpa Cabaret pudo sacar lo mejor de sí mismos. IS TROPICAL, trío londinense compuesto por Simon Milner, Gary Barber y Dominic Apa, lanzaron al respetable sus buenas dosis de indie pop electrónico, donde la mezcla de guitarras, ritmos pegadizos y sintetizadores hizo que todo los asistentes se moviesen al ritmo de su último largo “I`m leaving”, editado este mismo año.

Repasaron cada una de las composiciones del mismo, sin olvidar incluir la más electrónica “The Greeks”, incluida en su anterior disco “Native to” editado, al igual que su último disco, por el sello de moda francés Kitsune (Digitalism / Hot Chip / Mark Ronson / Phoenix / Two Door Cinema Club). Como puntos álgidos del concierto sonaron “Lover`s cave” y por supuesto la celebradísima “Dancing anymore”. Buenos sonidos y ritmos pegadizos, sin embargo a este grupo le falta algo de “punch”, garra, transmitir más, para poder situarse al nivel de otras bandas que con registros similares, enganchan con el público de manera mucho más intensa y eficaz (Foals, Phoenix,Two Door Cinema Club, etc.).

Tras los británicos, saltaron “al ruedo” los australianos procedentes de Melbourne, MIAMI HORROR. Y llenaron todo con su electropop pegadizo, con sonidos bailables, remixes y letras “facilonas”, que sin duda causaron un efecto demoledor en todo aquel que presenciaba el concierto y que, irremisiblemente, tuvieron que hacer despegar sus zapatos del suelo para acoplarse a los ritmos que marcaban estos australianos. Esta banda la forman Benjamin Plant, Josh Moriarty, Aaron Shanahan y Daniel Whitechurch, siendo el primero el verdadero maestro de ceremonia y “pater” de este grupo, ya que fue él quien puso en marcha el proyecto bajo el pseudónimo de Miami Horror con sus primeros remixes y su “obsesión” por los teclados Roland. De su largo “Illumination” extrajeron cada una de sus composiciones para compartirlas con un público entregado, que llegó al éxtasis al sonar los acordes de “Sometimes”, que se ha convertido en todo un clásico (muy ochentero, muy del estilo musical de New Order).

Domingo 20/X/2013

Y llegó el día grande, y cambiamos de nuevo de escenario, nos fuimos todos al Centro de Eventos Royal Center, con mucha mejor acústica que el día anterior. Todos prestos a ver a los “headliner” de este SOMA 2013. Y allí estaban todos los incondicionales de THE XX, entusiasmados y dispuestos a vestirse de negro por fuera, a dejarse empapar por dentro de esa música mística, artesanal y que parece salida de un vídeo de The Cure o de la mente creativa de Tim Burton.

Y sus tres miembros, Romy Madley Croft, Oliver Sim y Jammie Smith, de riguroso “luto”, sin darle ninguna concesión al color, como si sólo fuese su música la que debiera alumbrar la noche y todo se contagiase del colorido musical íntimo que brota de sus voces, de sus emociones. Todo cuidado, todo preparado, sin concesión a la suerte o a la casualidad, todo milimétricamente calculado para que aquello fuese, lo que al final fue, un concierto que más que escucharse se podía paladear, uno se podía deleitar con cada una de las estrofas de cada uno de los temas que interpretaron. Eso sí, mucha espera, demasiada, entre los teloneros y la puesta de largo del grupo principal, que en determinados momentos hizo que el público llegase a desesperarse, aunque todo se debió a problemas técnicos, por los que el propio grupo se encargó de pedir disculpas.

Y repasaron su discografía recogida en sus dos últimos largos “XX” (2009) y “Coexist” (2012). Sonó todo a esa frialdad cálida y calculada que nos llegaba desde el otro lado del charco, desde la cosmopolita capital londinense. Retumbó pronto, muy pronto, su “Crystalised”, su tema estrella, su himno, el tema que los despertó del anonimato y los lanzó a la eternidad musical. Y todo fue desarrollándose con esa extraña sencillez de lo complejo, con esa sutiliza musical que parece simple, pero que te aporta lo que ni te esperas. Y cada toque de guitarra era acogedor, cada vez que se acercaban Romy y Oliver se fundía el hielo en la sala, cada vez que el bajo sonaba, se entrecortaba la respiración de los asistentes.

Fieles e “idolatrados” (porque sin duda aquello era un acto de devoción), fueron compartiendo letras y canciones, especialmente destacable su “VCR”, hasta que pusieron el hasta luego en el primer acto. Y para volver, en su primer y único bis, eligieron ponernos de nuevo al principio, eligiendo su “Intro”, tema perteneciente a “XX” y que abre el álbum. Con los siguientes temas, siguieron haciéndose merecedores del fervor de sus incondicionales, los cuales cantaban al unísono cada uno de sus éxitos.

Y para finalizar, guardaban esa joya que es “Angels”, donde repiten ese estribillo “They would be as in love with you as I am… They would be in love, love, love…” y con todo el público a sus pies, con la bandera de Colombia en mano, se fueron como llegaron, sin hacer ruido pero dejándonos a todos los presentes la sensación de haber tenido la suerte de haber presenciado uno de esos conciertos, a los que hay que ponerle una X, una X o dos, como uno de los conciertos que perduraran siempre ahí en nuestra memoria musical.

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