Por: Pablo Chilito Seguir a @Pablochilito
Fotos por: Carolina Leal Seguir a @mrmdsrflyng
Lo que vivimos el día de ayer, no tiene nombre.
No sabemos por dónde comenzar después de todas las cosas que sucedieron en la primera versión de Sónar Bogotá.
Cuando el reloj marcó las cuatro de la tarde, las puertas de Corferias se abrieron para dar paso a la fiesta más grade del 2015.
Mientras muchos de los asistentes hacíamos un “reconocimiento” de lo que el festival nos ofrecía, el staff encargado trabajaba arduamente para terminar de hacer los últimos ajustes antes de que se diera inicio a las dos primeras presentaciones de la tarde. Estamos conscientes del trabajo realizado por los organizadores, y el equipo de logística, que dieron todo por cumplir el protocolo del evento, por lo que en ningún momento vimos gente molesta por los cierres momentáneos de los escenarios.
A la entrada nos recibió el cartel que anunciaba oficialmente el primer Sónar Bogotá.
Las sonrisas eran más que notorias en la cara de todos. Unos corrían, otros se detenían para tomarse fotos y creer que lo que estaba ocurriendo era real. Con el cuerpo deseoso de empezar a bailar muchos nos dirigimos hacia el SonarClub, pero al ver que dentro aún se encontraban realizando algunos asuntos logísticos, nos movimos hacia el SonarHall para presenciar el acto de Las Hermanas.
Personalmente creí que se trataba de un dúo de hermanas haciendo un DJ Set, o algo por el estilo, pero me terminé encontrando con una de las propuestas más interesantes y frescas del festival. No conocía a Diego Cuéllar hasta ese día, pero lo que vi –que a decir verdad fue más bien poco– me cautivó de gran manera. La combinación de beats con samples que este señor realiza en el escenario es asombrosa. Sin duda, un acto que recomiendo y que vale la pena repetir cuantas veces sea posible.
Luego de que nos enteramos que el SonarClub ya estaba por ser abierto, nos dirigimos al lugar para presenciar el DJ Set que estaba a punto de dar Dany F –joven promesa del sello latinoamericano Cómeme Records–.
Con un set fresco y tropical, Dany F prendió la fiesta ayer en el SonarClub con una hora de los mejores sonidos latinos mezclados con beats que pusieron a bailar a más de uno.
En ese momento se encontraba vacío el SonarClub, pero eso no le impidió a este gran artista nacional darnos el warm up para una de las noches más grandes de nuestras vidas. Hasta este momento seguimos atónitos por lo que vivimos –y lo que nuevamente esperamos poder vivir–.
Una hora después, Dany F se despidió entre chiflidos y aplausos por tan increíble presentación. Para nosotros fue una lástima que mucha gente se hubiera perdido el set de este joven paisa; quizá se debió a que muchos no conocemos a los artistas «pequeños» de los festivales y no les damos la oportunidad de demostrarnos por qué están allí.
La tarde estaba comenzando a tomar fuerza, por eso decidimos pasarnos al SonarHall para presenciar el acto del gran Evian Christ. Pero de un momento a otro nos enteramos que habían cambiado los horarios y seguía Frente Cumbiero. El cambio de horario nos pareció lo más apropiado, así Evian tenía la oportunidad de presentarnos su asombroso show en horas de la noche.
Gracias a esa reprogramación, tuvimos la oportunidad de ver a Mario Galeano.
En lo que entramos y nos preparamos para hacer el cubrimiento de su presentación, Frente Cumbiero ya se alistaba en los decks para hacernos bailar con los mejores sonidos de la cumbia latinoamericana. El set estuvo acompañado por extraños visuales –creados por el artista plástico Mateo Rivano– de un hombre poseído por el espíritu de la cumbia e imágenes alusivas a este género perteneciente a nuestro folklor. Aunque no conocíamos el live de esta propuesta, quedamos con ganas de repetir.
Entre artista y artista no pasó mucho tiempo.
El montaje de Evian Christ se demoró poco más de veinte minutos, pero la espera se nos hizo casi eterna y no podíamos esperar más para tener a este señor frente a frente. El público, emocionado, ansiaba verlo.
A nuestro lado, todos hablaban de lo que esperaban para la noche que recién entraba. Mucha gente corría de escenario a escenario para poder cumplir con todo su itinerario. Mientras en el otro stage se presentaba Dj Raff, de este lado Evian Christ fue recibido con aplausos y gritos, creando una conexión con su público que desde su salida se notó.
Los primeros segundos de su presentación bastaron para seducir a los asistentes que, entre fanáticos y novatos, no se perdieron ni un solo segundo de su increíble live act. Nos dejamos llevar por la música, cerramos los ojos y el resto se fue dando solo.
Ayer, durante el show de Evian Christ, nos dimos cuenta qué es lo que busca llevar el Sónar a sus nuevos espectadores es la oportunidad de explorar mediante la música, los shows y la energía de los artistas todo lo que la escena electrónica tiene por ofrecernos, pero también demostrarnos que nosotros como público somos capaces de construir, o, mejor dicho, de seguir construyendo, una escena electrónica que cada vez va tomando más fuerza y que nos permite, como en esta ocasión, poder apreciar el debut de artistas que, quizá, alguna vez pensamos nunca tener en nuestro país.
Muy feliz, este joven británico sacudió el SonarHall con la poderosa mezcla de sus beats y su asombroso show visual. Cinco pantallas le bastaron para crear una atmósfera que, junto a un show de luces y humo, tomó el alma y el cuerpo del público y los llevó a otros universos. Lo que estaba sucediendo era indescriptible. El escenario se adaptó a todo lo que Evian quiso hacernos vivir, y que sin duda logró.
Salimos corriendo para el SonarClub antes que se diera inicio a la presentación de Gorgon City.
Eufórico, el público esperaba su show. Tratándose de un live act, era imperdible. Un par de minutos después, confirmamos lo que tanto estábamos esperando: la energía de Gorgon City era de no creer. Sus mejores canciones acompañaron la noche del Sónar y seguíamos en un estado de warm up para lo que más tarde vendría.
Gorgon City con su acto en vivo sorprendió a más de uno, nadie esperaba que esta agrupación inglesa sacudiera el hangar en el que se presentaron. La puesta en escena, la energía, la forma de enamorar al público, todo en ellos fue increíble. El show fue un éxito y nos puso a bailar a todos. Muchos no conocíamos a este grupo, pero después de su presentación quedamos enamorado de ellos.
Luego de Gorgon City, nos quedamos en el SonarClub esperando a que iniciara el DJ Set del increíble Totally Enormous Extinct Dinosaurs.
Orlando no tardó en salir al escenario, siendo él mismo el encargado de organizar sus decks y hacer su prueba correspondiente de sonido. Mientras nos dábamos un descanso T.E.E.D fue reconocido por muy pocos antes de iniciar su presentación.
La fiesta ya se estaba haciendo sentir para el momento en que T.E.E.D dio paso a su set con algunos sonidos de la década de los ochenta. La gente se levantó de donde estaba sentada. Entramos en contacto con lo que estaba realizando este joven DJ, y canción tras canción nos puso a todos a bailar.
Uno de los momentos más poderosos de su presentación fue cuando nos puso a gozar al ritmo de ‘Bizarre Love Triangle’ de New Order. Ninguno de nosotros se esperaba comenzar la noche recordando uno de los momentos más grandes que vivimos durante el Festival Estéreo Picnic 2013 –y decimos esto porque vimos a muchos que, nostálgicos, cantaban con todas sus fuerzas la letra de esta canción–.
Todo un genio nuestro querido Orlando Higginbottom.
El concierto que le siguió fue uno de los momentos más hermosos de este Sónar Bogotá 2015. Veinte minutos nos separaron de la presentación de Hot Chip. Impacientes, muchos de nosotros aplaudimos y gritamos ante la espera de poder volver a ver de nuevo a los ingleses.
El intro de la presentación estuvo a cargo de una versión extendida de ‘Huarache lights’: I got something here, that you don’t ever wanna turn down. I got something for your mind, your body and your soul. Everyday of my life, everyday of my life. Con estas palabras, la capital tembló ante el majestuoso show que ofreció Hot Chip en el marco de su segunda visita, como banda, a nuestro país.
Canción tras canción la banda destacó sus mejores éxitos.
Y aunque sabemos que les hicieron falta algunas, todo su setlist estuvo lleno de baile sin parar; las pausas de la banda eran muy cortas, y el tiempo que teníamos para respirar también. Nuestros cuerpos gozaron cada segundo de esta presentación y nos hicimos escuchar entonando himnos como ‘One Life Stand’, ‘Over and Over’, ‘Ready For The Floor’ y ‘I Feel Better’. Además, y como algunos lo esperábamos, la banda cerró su maravilloso show con su cover a ‘Dancing In The Dark’ de Bruce Springsteen.
Ese último momento de fue uno de los más emotivos de todo el festival, pues muchos de nosotros –con alegría y euforia– cantamos con todas nuestras fuerzas esa canción. La energía era de no creer, la banda lo estaba dando todo en el escenario y abajo de él todos estábamos bailando hasta el cansancio.
El broche de oro de esta presentación fue su pequeña interpretación de ‘All My Friends’, original de LCD Soundsystem. La gente en felicidad al poder estar, una vez más, “cerca” del proyecto de James Murphy.
Hot Chip, para nosotros, fue el concierto que marcó a muchos en el festival. Y aunque ya confirmábamos eso, quedaba lo mejor, ciertamente, por venir.
Salimos corriendo hacia el SonarHall donde Bomba Estéreo estaba a punto de dar su presentación, y llegamos justo a tiempo cuando una explosión de sonidos nos recibió en medio de la noche capitalina.
Li Saumet, junto a su banda, hizo brillar el escenario.
Un show visual impresionante, la banda maravillosa y Li bella como siempre. La gente sintió a la banda, la banda sintió a su público y existió una gran conexión en canciones como ‘Fiesta’ y ‘Somos Dos’ (de su reciente Amanecer).
Demostraron porqué es una de las bandas nacionales más grandes que tenemos en este momento, y porqué son considerados una banda mundial que se ha encargado de llevar los sonidos que aquí en Colombia nacen para presentarlos en el extranjero. Sus shows son la celebración de todos los éxitos que han tenido desde hace nueve años, y que – esperamos – seguirán siendo muchos más.
Nuestro último artista hizo que todo lo que “esperamos” valiera la pena.
Con el SonarClub lleno en las tres puertas que le daban acceso, la gente esperaba ansiosa la presentación de los Chemical Brothers que, por primera vez, desde su última visita, darían un live act fuera de este planeta.
Con el hangar a tope, la gente a duras penas tenía espacio para moverse, y nadie quería ceder su puesto para que otros se metieran. Pero nosotros, después de salir del show de Bomba Estéreo, lo logramos y luego de atravesar todo el Club de lado a lado, conseguimos llegar hasta el frente del escenario donde, al instante, se dio inicio a uno de los shows más importantes de la escena electrónica en Colombia.
‘Hey Boy, Hey Girl’ dio inicio a tan magnífica noche. Nada parecía real, y por el contrario era todo un sueño el poder tener a los Chem Bros frente a frente.
Además de ser conocidos por su gran trayectoria, el show visual que nos entregaron fue de un esplendor que todo en el ambiente era perfecto. Canción tras canción entregaron todo a una Bogotá que desde hace más de seis meses los esperaba con anhelo.
Con una impecable presentación, superaron todas las expectativas que teníamos en ese momento. El show en ningún momento dejó de estar acompañado por el baile de los asistentes y en éxitos como ‘Swoon’, ‘Do It Again’, ‘Elektrobank’, ‘Block Rockin’ Beats’ y otros tantos, nunca perdimos ese éxtasis que se apoderó de nosotors. Nos encontrábamos ante los genios de la música electrónica, padres del big beat y compañeros nuestros en tantas otras fiestas donde soñamos con poderlos ver.
El día de ayer la fiesta estuvo a cargo de Sónar Bogotá.
Todo fue una serie de momentos en que los verdaderos sentimientos son indescriptibles y, donde, para cada uno de nosotros, siempre quedará algo para atesorar. Nos vemos el próximo año.