Por: Sayd Peñaranda
Hay cosas que simplemente nos invitan, en primera instancia, a indagar acerca de su origen o de su porqué, tan solo se limitan a coexistir con nosotros, a estar ahí para aquellos aventurados que yacen inmersos en una cacería continua de fórmulas nuevas de adrenalina musical. Notas y acordes que se hicieron para ser buscadas y que, una vez estando cara a cara con ellas, se incorporan a nuestra forma más salvaje, humana y melómana; permitiéndonos así, emprender un viaje a la parte más alucinante y surrealista del cósmos sonoro. Las melodías de Minks son un ejemplo contundente de ello.
Esta nave neoyorquina comandada por Sean Kilfoyle y Amalie Bruun, ha logrado gestar en un caldo primitivo un sonido que goza de peculiaridades, abstractismos y líneas de sytnhs mágicas. Por el momento, en el inventario de la banda solo figuran dos trabajos discográficos: ‘By the Edge’ y ‘Tides End’, cuyo lanzamiento se dio gracias a uno de los labels de los que más se ha oído hablar últimamente: Captured Tracks.
Tal y como a cierta edad los padres optan por dejar que sus hijos encaren la vida por su cuenta, carentes de instrucciones concretas y llevados de la mano únicamente por la mera experimentación, en esta oportunidad nos sentimos igual. Con lo anterior, nos referimos a que no vale la pena entrar en detalle acerca de qué pueden hallar en la discografía de esta banda, resulta más enriquecedor que ustedes lo vivan. Por ello, espere a que el ocaso bañe su ventana, prepárese un buen chocolate caliente y déle la oportunidad a Minks de que lo saque de la rutina emocional.
