Por: Armando Rendón Follow @armandoren
“Vermut” es el primer trabajo discográfico del grupo transatlántico San Marino, liderado por la gallega Lucía Figueroa y el argentino Iván Hanon.
Cuando un grupo hace un disco lo cuida como a un bebé, lo mezcla con todo el cariño para potenciar musical y técnicamente todo lo que tiene para ofrecer. A veces, el resultado gusta más o gusta menos, pero la dedicación y el cariño invertido queda fuera de toda duda.
En este caso, siendo además el primer disco de la banda, lo primero que llama la atención es la calidad en su conjunto, tanto de voces, de mezclas como en su sonoridad. Hay veces que caer de pie, como dice el gran Jero Romero, no es fácil y también puede doler, pero estos señores han hecho un debut más que destacable y muy a tener en cuenta a futuro. Ya en España fueron uno de los discos más destacados el pasado año, y esperemos que en Latinoamérica también sea así y empiecen a darse a conocer.
Así califican en su Bandcamp este trabajo: “El álbum, grabado en Barcelona a lo largo de 2012, reúne once canciones de estilo pop en su forma y marcado carácter hispanoamericano en su fondo, con ecos de bolero, tango, entre otras… sin renunciar a otras referencias musicales como el jazz, el vals o la psicodelia. Cada pieza surge de la oportunidad de transformar emociones en canciones, paraísos unas, lugares de destierro otras, expresadas con una lírica romántica pero con ciertas dosis de ironía y psicoanálisis. Vermut es un disco con glamour canalla, presumido pero no presuntuoso, honesto y visceral. Un elegante cóctel de ritmos y armonías que engancha desde el primer sorbo….”
Desde esta modesta opinión, efectivamente en el disco hay sonidos de distinta índole, con reminiscencias latinas, poperas, incluso flamencas diría yo (muy de Amparaonia, de Kiko Veneno o de la mismísima Martirio). Pero lo que sí podemos decir es que está construido bajo unas letras inteligentes, lúcidas y poco dadas a la simpleza. Suena todo bien, especialmente sensual la voz de Lucía, que confundida entre guitarras y los acústicos, crean una atmósfera de cabaret prestigioso para perderse. El disco tiene varios paréntesis donde encasillar las composiciones: las más tranquilas (las “aboleradas”), las que aportan un contenido más pop y las que mezclan distintos estilos generando cierta psicodelia a las composiciones.
Bajo este paraguas musical y cargado de misceláneas latinas y de influencias diversas, destacan “Insoportable” (cualquiera se sometería a una “insoportable” con la sensualidad de Lucía) y “Ser pura entropía” donde encontrar las similitudes con las composiciones de Bebe, son imposibles de descartar. En general un disco muy redondo para ser una puesta de largo y que promete un recorrido estelar a futuro. Ojalá pronto los veamos por Latinoamérica, y que disfruten por España mientras siguen “girando” por la península ibérica.
Aquí los dejamos con el vídeo oficial de “Insoportable”
