Por: Miguel Anuar Falú Follow @MiguelFalu2
“…Currents trata un tema en especial, el amor. Sus virtudes, las relaciones afectivas, y también sus defectos, la depresión en la que nos puede hundir, como también, la capacidad de poder cambiar.”
Escuchar Tame Impala es un viaje en el tiempo, es como ingresar dentro de una nave espacial, una odisea espiritual, la abertura hacia el espacio donde se separa la mente del cuerpo para asociarse con la música; síntomas de un melómano. El rock progresivo es misterioso, imprevisible y a veces sorprende, incluso, disimuladamente. Por eso es un género tan apasionante, especialmente para los que sienten la música de una manera especial, que entienden y procesan el arte de una determinada forma.
Los australianos provenientes de la ciudad de Perth, se formaron en el año 2007, su mayor éxito fue su ultimo álbum, ‘Lonerism’, donde podemos mencionar canciones como “Elephant”, “Apocalypse Dreams” o también “Why won’t they talk to me”. Ponerle nombre al estilo musical de Tame Impala no es posible, por eso, sencillamente le decimos rock progresivo, rock psicodélico, space rock, o lo que sea. Lo que hay que entender, es que no hay nombre existente para resumir el género de estos grupos musicales. Son reconocidos por tener canciones con métricas complejas, el uso de sintetizadores, exceso de efectos y voz con abundante reverb. Para ser una banda joven, tienen un sonido inédito y característico, y ya sabemos lo difícil que es conseguirlo en estos tiempos.
‘Currents’ es quizás uno de los discos más esperados de este 2015, como también, uno de los más prometedores. Después del éxito de ‘Lonerism’, Tame Impala dejó la vara muy alta, aunque también es cierto, que el exitismo no siempre forma parte de los asuntos musicales. Entonces, encontré en este álbum un sonido más maduro, sólido, pero también con algunas sorpresas, y como mencione anteriormente, esas son las reglas del juego. ‘Currents’ trata un tema en especial, el amor. Sus virtudes, las relaciones afectivas, y también sus defectos, la depresión en la que nos puede hundir, como también, la capacidad de poder cambiar.
Nace desde lo más oscuro del arte, “Let it Happen” se encarga de abrir este álbum generando un ambiente de incertidumbre y retratando lo más negro de nuestra historia, la decadencia de la civilización humana, el caos mundial. O siendo más individualista, la caída espiritual y la depresión en la que el ser humano queda expuesto. Como si fuera una canción dance, pero revolcándose en las tinieblas, por momentos, la batería se encierra en un mundo aparte y la voz anuncia algo de esperanza en su melodía. El tema entra en el común trance psicodélico de Tame Impala, por momentos juegan con la mente del oyente, con curiosos cortes como si el audio estuviera dañado, pero no son nada más que ilusiones sonoras. La canción vuelve a su origen, acompañado por un coro con una ambientación futurista, quizás una de las mejores del disco. “Nangs”, un interludio psicodélico, como el soundtrack de alguna vieja película de ciencia ficción de los 80’, con androides y naves espaciales. Los sintetizadores se adueñan de la obra.
El instante del pop, el momento psicodélico, con “The Moment”, suena al ya conocido Tame Impala, parecido al primer Pink Floyd de Syd Barrett o algunos grupos de la época. “Yes I’m Changing” (la capacidad de poder cambiar) es una balada romántica, con algunos condimentos ochenteros, como muchas canciones del disco. Sin embargo, sigue manteniendo la línea musical del conjunto. Por la melodía y el clima que genera, me parece una de las mejores del álbum. Suena “Eventually”, lo más parecido al estilo musical de ‘Lonerism’, bipolar, intenso cuando quiere y calmo cuando lo precisa. Es la mejor canción del disco por lejos, por la estructura, el clima y el sonido.
“Gossip”, otra interrupción psicodélica, un puente que el álbum debe cruzar, el aterrizaje del “halcón milenario” en un planeta desconocido. Más y más sintetizadores. ‘Currents’ tiene un hilo conceptual sobre el amor y las relaciones pasionales, “The Less I Know The Better”, además de la letra, la música esconde sentimientos románticos. “Past Life”, un relato ejecutado por una voz grave, hablando precisamente, del amor. La música, volada, la guitarra conduce con un flanger dándole el efecto que necesita la canción, la dosis perfecta. “Disciples” corta canción, manteniendo el estilo psicodélico y el eterno sintetizador, suena a ‘Lonerism’.
“Cause I’m a Man”, siguiendo el hilo conceptual, otro tema romántico de ‘Currents’. La influencia de la década de los ochenta en el disco ya es obvia, incluso es agobiante, pero ¿Qué década fue mas romántica que los años 80’? “Reality in Motion” rompe con la tiranía antes mencionada y vuelve al sonido característico de los australianos; sintetizadores y métricas extrañas. “Love Paranoia”, retoma el concepto del álbum, la paranoia que genera el amor reflejado en la música ¿Eso es bueno o malo? “New Person, Same Old Mistakes”, se encarga de cerrar la historia, como bien refleja el titulo “nueva persona, mismos viejos errores”, nuestro personaje cambio, pero solo se estuvo mintiendo a si mismo, porque los errores siguen formando parte de su vida, todo fue una ilusión autogenerada. La música es oscura, como el cierre de esta novela.
Así termina ‘Currents’, seguramente me estén faltando cosas, ya que se trata de un álbum con mucho contenido conceptual y artístico, con el tiempo se irán descubriendo más secretos. Mis recomendadas son “Let it Happen” y “Eventually”, esta última me atrevo a catalogarla como la mejor del disco. ¿Los puntos bajos? Al escucharlo por primera vez, me pareció un álbum muy ochentero, sin embargo, al entender la historia que encierra el álbum, pude omitir ese detalle.
¿El mensaje que nos da Tame Impala? El amor es muy complicado.
