Reseña: TELEBIT – Doce Vientos

Por: Daniel Ospina 

Tres años después de aterrizar en la radio colombiana con Primera Dimensión y sencillos como “Androides”, “Caer” o la misma “Primera Dimensión”, los bogotanos de Telebit regresan al ruedo con su segundo álbum de estudio. Con la producción de Julian Salazar de Bomba Estéreo e inspirados por ritmos del folclor nacional (particularmente los aborígenes) nos encontramos con “Sombras” el año pasado, que no sólo fue un giro radical en su sonido, sino en su estética.

Doce Vientos (que se puso a la venta el 30 de julio) es una abierta ruptura con el pasado y sobre todo el reflejo más claro de la influencia de Caifanes en la banda bogotana (para la muestra, “Somos Coyotes”). La fusión salvo en “Amuleto” no es tropical sino indígena, como queda demostrado en “Chia”, “Llévame Ritual” y la misma “Sombras”, siendo ese un diferencial importante a la hora de abordar el álbum.

Telebit 'Doce vientos'

Telebit ‘Doce vientos’

“Doce Vientos” y “Meridianos” son temas estrictamente sintéticos, aunque siempre mostrando ese lavado de cara al que se sometieron. Tan así que lo más cercano a Primera Dimensión en este álbum lo encontramos en las guitarras de “Despertar” y “Sideral”.

Las canciones no son un pastiche indie sino que se encuentran más ligadas a la tradición colombiana y con letras donde la relación con la naturaleza es determinante en el flujo del disco. Tratan esas raíces con respeto, pero se arriesgan a darles un giro estando en manos de ese acople. En ese sentido la voz de Daniel Acosta es impecable, alcanzando su mejor desempeño en las colaboraciones con Andrea Echeverry en “Entre Piedras Y Carbón” y con Pedrina en “Naufrago”, esta última que muy probablemente por el ritmo lento y la voz de Pedrina me recordó mucho a Mecano.

Todavía es complicado determinar si Doce Vientos es el álbum colombiano del año, puesto que la competencia con Bomba Estéreo es fuerte. Pero claramente es el álbum nacional que más satisfecho me ha dejado en el 2015. En ese proceso de “colombianización” no se olvidaron de que lo de ellos para bien o para mal son los teclados y las guitarras. Ambas cosas van por delante en el resultado final más allá de que ahora quieran seguir esa línea de la fusión, dando como resultado un trabajo donde la identidad de Telebit finalmente cobra forma.

“Chia” es mi recomendada. Captura mejor que cualquier otra todo lo que buscaba la banda en este segundo álbum: teclados, ritmologia latina y mística.